Escribe: El Peregrino Impertinente
Por si no se había dado cuenta, estamos en invierno. Esa estación tan especial, sólo comparable en encanto y seducción con el verano, el otoño y la primavera. Epoca del año para barajar y dar de nuevo y en caso de que te toque un cuatro de copas, un seis de bastos y una sota, decir que el otro se estuvo carteando y armar un escándalo en el bar de dimensiones bíblicas.
El invierno, en fin, es sinónimo de vacaciones. De tiempo dedicado a desenchufarse y tomarse un merecido descanso. El clima acompaña a su manera, invitándonos a disfrutar, si tenemos suerte, de la nieve. La blanca, la pura, cuyo nombre inspiró la creación de personajes maravillosos, de la talla de Blancanieves, Bola de Nieve y María Antonieta de las Nieves, como La Chilindrina. No así Edgar Vivar.
En ese sentido, nada mejor que escaparse hacia la cordillera y gozar de los centros de esquí. Espacios donde la nieve embellece los paisajes de montaña, estimulando la práctica de deportes poco usuales. En esquíes, en snowboard o en trineo, le resultarán una actividad fascinante Eso siempre y cuando no se reviente la tibia contra un pino.
Destacan sitios como Las Leñas (a 70 kilómetros de Malargüe, Mendoza), Cerro Catedral (a 19 km de Bariloche, Río Negro), Chapelco (a 18 km de San Martín de los Andes, Neuquén) o Cerro Castor (a 26 km de Ushuaia, Tierra del fuego), entre otros. Son lugares de alto nivel, de alta calidad, y sobre todo, de altos precios. Sin ir más lejos, un pase para tres días en el Cerro Catedral cuesta $1.005, y uno para toda la quincena, $3.285 (en ninguno de los casos está incluido el equipo, que se alquila aparte). Lo abultado de las tarifas, tiene sus aspectos positivos. El hecho de que nos libre de mezclarnos con gente pobre y poco entendida en materia del buen gusto, el más subrayable.
Es lo que se llama exclusividad. Cosas del invierno.
Otras notas de la seccion El Diario Viajero
Una alternativa a Puerto Madryn
Lo árido y lo verde haciendo magia
Mortadela estaba el mar
La gran maravilla de Oceanía
Ver, sentir y admirar
|