Sandra Bróndolo coordina el Centro de Promoción Familiar que asiste a niños desde los 45 días hasta los tres años. “Nosotros no nos dedicamos solamente a cuidar a los chicos mientras las mamás trabajan, sino que buscamos, junto a las otras instituciones (Centro Misionero, dispensario y centro vecinal), hacer un trabajo de apoyo a toda la familia”, indicó.
Actualmente asisten 65 chicos a la guardería municipal. “Nos gusta mucho este trabajo, porque nos permite empezar desde el principio, desde la más temprana edad, creciendo desde el pie”, indicó Bróndolo.
Como trabajadora del barrio no le es ajena la situación del sector. “Nosotros vemos como características que los papás son muy jóvenes, que casi no hay viejitos en el San Nicolás y que los vecinos padecen los flagelos que se vive en todos lados, especialmente en la adolescencia”, indicó.
“Es por eso que hay que ponerle mucha dedicación al trabajo para dar alternativas, para que surjan proyectos superadores. En el caso nuestro, nos volcamos a la prevención, a dedicarnos a los más chiquitos y sus familias”, aseveró la profesional, quien destacó la labor de las docentes y trabajadoras del Centro, como así también el apoyo de las “madrinas” que son vecinas que dedican desinteresadamente su tiempo para ayudar a los demás.