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Nelly Quinteros, una vecina que vio la transformación del barrio - Los chicos fueron protagonistas del trabajo durante el Promeba - La obra demoró, pero finalmente, hoy todos pueden disfrutar de los servicios y de una mejor calidad de vida |
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Desde 1982, Nelly Quinteros desarrolla su proyecto de vida en el barrio San Nicolás. Ella pudo ver el cambio que se operó en ese sector que se convirtió en un lugar sin luz eléctrica e inundable a un sitio con todos los servicios y casas dignas.
Nelly nació en Villa Nueva, vivió en varias ciudades dado que su marido era empleado telefónico e integraba las brigadas móviles de lo que era Entel, hasta que decidió plantar su raíz e instalarse en Villa María.
“Le compramos esta casa, que estaba a medio construir, a don Nicolás Sarno”, cuenta Nelly a EL DIARIO en los Barrios.
Hace diez años que enviudó y la soledad no le representa un obstáculo para trabajar por los demás. “Muchos me preguntan si no me aburro. Para nada. Ando todo el día, soy madrina de la guardería del barrio, integro el voluntariado social de la ciudad -ahora están con la campaña de las frazadas- y ayudo a todos los vecinos que lo necesitan y me lo piden”, relató. “Cuando llega la noche, estás no sólo cansada, sino con la tranquilidad de haber hecho algo por los demás”, cuenta.
Ella posee el original del libro inconcluso sobre la historia del barrio. Lo guarda desde que era tesorera del centro vecinal, a la espera de escribir una segunda parte y poder imprimirlo.
En las páginas de ese proyecto, se puede ver lo que representaba la inundación para el barrio San Nicolás antes de las obras del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba).
“Esta calle era un río que traía víboras, sapos, de todo. Un año, mi marido, que tenía una enfermedad coronaria, se pasó tres noches en el auto porque no se podía entrar a la casa. Además, tuve que cambiar los muebles en tres oportunidades, porque se me habían arruinado por el agua”, dijo.
Por eso considera que hay un antes y un después del Promeba. “Con el programa, del que participamos todos los vecinos, podemos decir ahora que vivimos en un lugar digno, con todos los servicios, con más casas y con espacios públicos que se hicieron gracias a ese proyecto”, aseguró.
“Al principio, cuando nos decían todo lo que iban a hacer, nosotros ni lo creíamos. Después, fue duro aguantar esos tres años en obra. Pero ahora, te puedo decir que fue lo mejor que nos pasó”, agregó.
Cabe recordar que el Promeba comenzó a gestarse en el año 2000 y fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Consistió en llevar toda la infraestructura (agua, cloacas, luz, gas), la construcción de núcleos húmedos, la regularización dominial de las viviendas, todo realizado a través de un proceso de gestión vecinal participativo, democrático y autogestionario.
“Muchos chicos del barrio trabajaron de albañiles gracias al Promeba y hoy viven de esa profesión. Incluso, hay dos mujeres albañiles que se iniciaron en esa época”, destacó finalmente Nelly Quinteros, quien está orgullosa de ser considerada, más que nada, como “una buena vecina”.
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