El CineClub Municipal “Aniceto” proseguirá el sábado con su ciclo dedicado a los hermanos Dardenne, directores belgas ganadores en Cannes del “Grand Prix” y dos veces la Palma de Oro, promotores de una visión del cine despojada de artificios y efectos, pero con una calculada puesta en escena de fuertes historias de personajes marginales que no dejan indiferente al espectador.
En esta semana será con el filme (foto) “El hijo”, del año 2002. Está dirigida por Jean-Pierre y Luc Dardenne, con Olivier Gourmet, Morgan Marinne, Isabella Soupart, Nassim Hassaini, Kevin Leroy, Félicien Pitsaer.
Olivier Gourmet, actor fetiche de los hermanos Dardenne, es un carpintero a cargo de una escuela de aprendices en una suerte de centro de orientación vocacional y reinserción social, un solitario, un perfeccionista que pone igual cuidado en la construcción de un banco de madera que en la atención a su cuerpo, algo excedido de peso y con problemas de espalda. Un día se ve sorprendido y extremadamente perturbado por la llegada de un nuevo alumno. Obsesivamente lo persigue, lo espía, busca saber de él, quiere y no quiere acercársele. La información nos va siendo sugerida, insinuada a través de las acciones y de pocas líneas de diálogo, y habrán de transcurrir unos 40 minutos del filme hasta que comprendamos la dimensión del conflicto moral del protagonista.
Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne se han caracterizado por un cine de hondo contenido humanista y moral, por la profundidad de sus temas, el respeto a todos sus personajes y por su particularísimo estilo visual. Amantes del cine moderno, se siente en sus películas la impronta de Robert Bresson, en su interés por los jóvenes, en su estética despojada, en la ausencia de música, en la sacralidad de ciertos momentos.
La austeridad de El hijo, su minimalismo, la falta de información, logran abrir preguntas más que sugerir respuestas. ¿Qué busca Olivier realmente? ¿Recomponer una paternidad, una vida? ¿Recuperar la familia perdida? ¿Venganza o comprensión hacia hechos del pasado? En todo caso, el filme es un excelente ensayo sobre el dolor y las relaciones humanas, alejado de toda intención didáctica o moralista.
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|