En una sesión realizada hace exactamente un mes atrás, los concejales de Oliva decidieron entregar un reconocimiento formal a las personas e instituciones que sostuvieron comedores solidarios para paliar las necesidades de las familias que más lo necesitaban.
Se trata de los comedores comunitarios “Arco Iris”, a cargo de Ilda Brizuela; “El Maná” de la Iglesia Alianza Pastoral Cristiana y “Los Niños Primero” de la Iglesia Comunidad Cristiana.
Los tres comunicaron la decisión de cerrar esos espacios. En algunos casos, aludieron a que las condiciones sociales y económicas habían cambiado por lo que el comedor que tiene la Municipalidad iba a poder contener a las familias que aún no pueden satisfacer la necesidad mínima del alimento.
En la fundamentación de la ordenanza, los ediles destacaron que “las personas responsables de dichos comedores han realizado su tarea en forma continua y sistemática durante más de una década, sin interés económico alguno y con gran vocación de servicio digna de destacar”.
Agregan que “las actuales condiciones socio-económicas del país permiten, y así lo han manifestado los representantes de los comedores en cuestión, dejar de prestar atención alimentaria en los mismos” y que “la crisis por la que atravesó el país produjo una gran fragmentación y disgregación social, siendo sus secuelas actuales otro tipo de problemas de características especiales que requieren el abordaje de profesionales especializados y una atención focalizada que el Estado local debe absorber”.
Por ese motivo, en un acto realizado recientemente, se entregó formalmente la ordenanza y el diploma que destaca la labor solidaria de una década a Ilda Brizuela, María Emilia Barrera (El Maná) y a Héctor Andrada (Los Niños Primero).