La invitación de los productores lecheros autoconvocados tuvo un efecto multiplicador por la coyuntura explosiva generada días atrás por la baja del precio del litro de leche por parte de la industria. La adhesión de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), como la asistencia de integrantes de la Federación Agraria Argentina (FAA), al menos cuadruplicó el número de asistentes de reuniones anteriores.
El más de un centenar de productores llegaron desde las vecinas localidades de Pasco, Ticino, La Palestina, Etruria, Chazón, Ucacha, Arroyo Cabral, Villa Nueva y Villa María para acompañar a los anfitriones lagunenses, pero también de puntos más distantes como Las Perdices, Las Varillas, Calchín, Carrilobo, Pozo del Molle, San Antonio de Litín y Ballesteros, entre otros.
Minutos después de las 21, el lagunense Héctor Grangetto (autoconvocados) dio la bienvenida y se ubicó en la improvisada mesa de cabecera junto a Octavio Oviedo (Ucacha), Diego Manavella y Guillermo Tovo (de La Laguna y Villa María, miembros de Caprolec) y Carlos Baravalle (dirigente de la FAA).
Manavella, quien participó del encuentro del viernes pasado en Buenos Aires, se encargó de resumir lo actuado, cuando las distintas entidades, mesas y cámaras que nuclean a la producción se reunieron con el secretario de Coordinación Política e Institucional y Emergencia Agropecuaria, Haroldo Lebed, y con el subsecretario de Lechería, Jorge Videla. En el encuentro oficializaron su pedido de recomposición del precio de la leche cruda a partir de julio; de un aporte no reintegrable de 0,30 centavos/litro por los primeros 3.000 litros por el tiempo que fuera necesario; y de créditos "blandos" por el valor de un mes de producción, a tasa menores de un dígito con 6 meses de gracia y plazo a convenir. Los representantes del Gobierno consideraron viable el tema de los créditos y se firmó un acta acuerdo para empezar a discutir con los demás eslabones de la cadena y llegar a una solución antes de los 10 días, en una reunión con el Gobierno, las entidades y la Industria. La tarea del sector productivo será concretar, a pedido del Estado, la unanimidad de las entidades para éste poder intervenir y presionar a la industria, según indicaron.
En sus conclusiones, el productor sostuvo que “no es desacertado como vamos, es lento, pero cada vez sabemos más sobre la industria y eso nos para bien a la hora de reclamar lo que nos corresponde”, aunque aclaró: “La industria no es nuestra enemiga, sino el competidor, y es cuestión de plata: o se la quedan ellos o nos pagan a nosotros”. En ese sentido, informó que “de enero a junio hubo un incremento de entre el 25% al 30% del litro de leche en planchada al comercio”, dejando en claro que el productor no tuvo participación de ese aumento.
“Vamos a todas las reuniones, somos dialoguistas, pero no damos más”, dijo Manavella y obtuvo el apoyo de los presentes. Y recalcó que “lo primero es estar organizados, a eso le teme la industria”. Así, justificaron las tomas de las plantas lácteas que se inició en Suardi dos semanas atrás.

El día 11

Cuando se explicó que desde el Estado “hay un compromiso explícito” para abordar soluciones y para lo que solicitaron diez días de plazo, distintas voces plantearon planificar medidas de acción “para el día 11” (contando desde el viernes 13 de julio).
Y en ese aspecto, rescataron que “después de muchos años todas las instituciones están juntas” y que el Estado sabe de esta fuerza “que en cualquier momento explota”.
Otro de los productores presentes marcó su experiencia a la hora de negociar, lo que desató una seguidilla de casos. “Aunque parezca utópico, tenemos que dejar de entregar la leche para empezar a venderla, a negociar”, indicó el primero. Otro asistente arriesgó que a través de la Liquidación Unica “debemos achicar la cadena de pagos a 15 días y no a 45 como estamos”.
Pero subrayaron la organicidad, el apoyo unánime a las entidades y mantenerse alertas para movilizarse si no se obtienen respuestas positivas.