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“He escuchado aquí que cantaban folclore como cuatro horas; eso en Cataluña no sucede”, comentó Prats |
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El director coral Josep Prats de Barcelona arribó ayer por primera vez a Villa María para participar de dos jornadas intensivas con alumnos de la UNVM.
Por una parte, se reunió con estudiantes de las cátedras de Práctica Coral y Dirección Coral de la Licenciatura en Composición Musical y, por el otro, concretó ensayos abiertos junto al elenco independiente Coral Mediterráneo que dirige la magíster Cristina Gallo, a la sazón, titular del cuerpo vocal universitario Nonino.
En diálogo con EL DIARIO, Prats conversó sobre la enriquecedora experiencia de los intercambios, el nivel coral en nuestro país y el trabajo asociativo de los elencos vocales.
“La visita de maestros a tu propio coro es interesante porque uno puede darse cuenta de distintas maneras de enfocar el trabajo. Además, uno sale un poco de la cuestión endogámica que tienen los coros, que se cierran mucho y que suelen verlos en los conciertos sólo los familiares. Es bueno dejar pasar aire fresco”, indicó el director que arriba a nuestro país desde 1994.
El carácter festivo de la música popular
Consultado sobre la escena coral argentina, precisó: “Antes, hace 50 años, era mucho más fácil distinguir las cualidades de los coros de las diferentes regiones; como Vallesi en Mendoza o Ferreyra en Córdoba. Buenos Aires era distinto porque siempre hubo una mezcla, pero ahora es distinto porque hay mucho contacto y los directores viajan seguido. Debo decir que el nivel de los coros en Argentina es muy alto y está muy bien posicionado a nivel internacional. Ni qué decir de los arregladores, que están en un primerísimo nivel”.
En la misma línea señaló: “La producción coral aquí es cosmopolita y aunque no tenga una tradición centenaria sus fuentes provienen de Europa con aportes de la música autóctona”. Respecto a nuestra música popular, Prats valoró tanto su vigencia como su caracter festivo: “La otra noche en Córdoba escuché como cuatro horas que cantaban folclore. Y eso en Cataluña no sucede. Tenemos, a lo sumo, tres o cuatro canciones tradicionales y luego no sabemos qué más cantar. Allá la canción es más lírica y más tranquila y no tiene tanto carácter, ese aspecto lúdico y ese vínculo con la danza. Además, tanto la chacarera como la zamba son géneros históricos, pero también actuales”, acotó.
Trabajar en equipo como el Barcelona
En relación a la dirección coral, Prats arriesga una metáfora futbolera al vincularlo con su amado equipo de Barcelona.
“Actualmente se habla mucho del Barça y Guardiola, por su trabajo asociativo, pero es lo que venimos haciendo con los coros desde siempre. Es trabajar en grupo. Dirigir un coro es estar con la gente, tener una fotografía de lo que deseas interpretar y acercar más el coro a esa imagen deseada. Tiene un fondo técnico muy importante, pero también un fondo comunicativo muy fuerte. Saber leer si la gente está cansada o no, saber escuchar. Porque sin diálogo no hay música y sin oídos no hay diálogo”, reflexionó. Cabe añadir que Prats, quien abordó en esta visita repertorios de música catalana, renacimiento español y piezas argentinas contemporáneas, había llegado al país como invitado de la delegación cordobesa de la Asociación de Directores de Coro de la República Argentina.
El maestro español dirige el Coral Cantiga (desde hace 30 años) y el programa Cantania (Cantata Contemporánea), donde el último año participaron alrededor de 38 mil niños en más de 60 conciertos.
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