Si bien la superficie sembrada para la cosecha 2008 estuvo muy por debajo de la anterior y la sequía hacía suponer de los peores resultados para el trigo, los rindes son “mejor de lo esperado”.
Así lo afirmó Héctor Donatto, de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) acopiadora Oliva, quien remarcó que a pesar de la buena calidad que se está obteniendo, “se está cosechando a pérdida”, ya que los costos de los insumos corresponden a la buena campaña de 2007, o sea con precios altos y con un valor por tonelada de 690 pesos, que hoy apenas alcanza los 400 pesos.
Pero además, Donatto indicó que la lluvia pone en riesgo la calidad del trigo que aún no fue levantado del campo, con el riesgo de “alivianarse, lavarse y perder gluten y proteínas, y hasta puede brotarse, lo que hace que se tome como dañado y no sirve para molinería”.
Sin embargo, aseguró que la calidad recogida es buena, incluso mejor que el año pasado, ya que según su entender, a menor rinde, mejor calidad.
Siguiendo con los rindes, Donatto comparó que de los 33 quintales por hectárea promedio de 2007, en esta campaña esa cifra ronda los 22 quintales en la zona de oliva, donde ya se levantó un 30% de la cosecha, mientras que entre Tío Pujio y Villa María la recolección ya superó el 50%, comenzó el 15 de noviembre. A este dato, el entrevistado aportó que en 2007 la cosecho se inició el 23 de noviembre, por lo que los tiempos se fueron adelantando también por la influencia de la sequía.
Recordó que “la primera llovizna se dio recién los primeros días de octubre, por lo que muchos ya nos habíamos desalentado por lo que venía sufriendo el trigo, pero finalmente se puede decir que los rindes no son tan malos como se esperaba”, reiteró.

Los altos costos de los insumos

El titular regional de la acopiadora de ACA, sostuvo que los valores que tiene la tonelada de trigo, aunque no son del todo malos a 400 pesos, el costo de producción fue muy alto, y ese factor es “lo que hace que se trabaje a pérdida, porque el costo de los insumos corresponden a un mejor momento, cuando el trigo valía 690 pesos. De todas maneras, el costo de los insumos ya bajó, pero recién esa tendencia se verá en el país el año que viene”.

La lluvia no es del todo mala

Donatto rescató que si bien la lluvia que cae por estos días en la región puede dañar la calidad del trigo, también abre buenas expectativas para la cosecha gruesa.
Finalmente, Donatto manifestó que al cesar la lluvia, serán alrededor de diez días los que se necesiten para levantar el resto de la cosecha.


"LOS PRECIOS NO ACOMPAÑAN"

El titular d ela Agencia Villa María del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Sergio Dequino, coincidió en que según el panorama que arrojaba la sequía, los rindes de la cosecha de trigo pudieron ser peores.
“Pudo haber sido peor, pero sobre todo porque los precios no acompañaron: se sembró con un costo y se cosecha con otro”, dijo respecto de los valores del cereal que bajaron un 35% respecto a 2007 y los primeros meses de 2008.
En ese sentido, señaló los altos costos de los agroquímicos.
En cuanto a los rindes registrados desde la oficina local del INTA, Dequino señaló que varían entre 10 y 18 quintales por hectárea, “por ahí algún lote puede llegar a 23, pero muy pocos”.
Por su parte también mencionó que la recolección de la cosecha aún no llegó al 30%, “porque a estos trigos les faltaba madurar”, y en este aspecto sindicó como una ventaja a las lluvias que se registran por estos días, que “si bien atrasan un poco este proceso, ahora van a poder madurar un poco más parejo”.
“Los suelos estaban tan secos que pudieron absorber mucho el agua caída y no afectará tanto la calidad, salvo que el viento haya afectado a aquellos lotes de trigos que estaban muy secos, que pueda hacer que desprenda granos”, dijo Dequino. Agregó que hay zonas que en la última semana acumulan entre 130 y 180 milímetros.
Al ser consultado sobre las perspectivas de la cosecha de maíz, Dequino manifestó que “las áreas de siembras venían reducidas, pero con estas precipitaciones puede que haya algunas siembras de maíces de segunda, pero es difícil también porque los productores están con el freno de mano puesto”, graficando que no hay disposición para invertir.