Tras atravesar una delicada crisis de salud, falleció ayer a los 78 años el reconocido profesional médico, Roberto Sayago.
Nacido en Santiago del Estero, durante el año 1933, se radicó en Villa María en 1970 y fue el fundador del servicio de diagnóstico radiológico en el Sanatorio “Doctor Gregorio Marañón”.
Interesado por la historia local (fue activo participante de la Junta Municipal de Historia), dedicó varios años de su vida a la confección del libro "Historia de la Medicina en Villa María y la región" que presentó en 2009.
Como docente, transitó las aulas de distintas instituciones locales, como el Instituto Secundario “Bernardino Rivadavia” y el Instituto Nacional de Enseñanza Superior del Centro de la República (Inescer) “Doctor Angel Diego Márquez”.
Entre otras actividades sociales destacadas, Sayago fue miembro de la "Academia Argentina de Etica en Medicina" y últimamente se desempeñaba como vicepresidente primero del recientemente creado "Ateneo Doctor Antonio Sobral" que hoy presenta el primer tomo de una colección bibliográfica sobre el insigne educador y político villamariense (ver página 13).
En ocasión de presentar la que sería la mayor producción bibliográfica del doctor santiagueño, el periodista Juan Carlos Seia lo destacó como "testigo y protagonista" de la historia del ámbito de la salud local.
El comunicador también se refirió a su "honrosa destitución de cátedras" en 1976 por defender sus posiciones políticas que "continúan hasta hoy, al calificar al actual sistema de salud como perverso, corrupto e ineficiente".

Un libro, su vida

Apuntando al espacio profesional en que se desarrolló como profesional, Sayago trasladó a las páginas del libro que publicó la Editorial de la Universidad Nacional de Villa María (Eduvim), el producto de una detallada tarea de investigación acerca de la trayectoria de la Medicina en la ciudad y región.
En charla sostenida con el investigador histórico Jesús Chirino, el doctor devenido en escritor argumentó que “era una temática que estaba muy virgen, es decir, que eran muy pocos los autores que habían tocado algunos aspectos colaterales de la Medicina, como la epidemia del cólera parcialmente y algunas otras cosas. Pero en sí, sobre todas las estructuras de lo que ha sido la historia médica de la región, no había nada escrito”.
En nuestro espacio "Transitando los caminos de la historia", el médico se apasionó hablando de su libro y cuenta historias. De entre todos los recuerdos compartidos extractamos el del “dispensario de lactantes y leche maternal, en aquella época el amamantamiento era realizado por las que se llamaban amas de leche”. Nos explicó que eran mujeres que “estaban amamantando un niño y también concurrían” al dispensario municipal que funcionaba en la Plaza Manuel Anselmo Ocampo y “con la debida atención higiénica” le daban de mamar a otro niño “o se sacaban leche para hacerle el biberón”.
Luego agregó que “la leche era muy complicada en ese tiempo. La leche de vaca no era muy tolerada por los niños, incluso hoy, siempre ha habido leches especiales”.
Ante EL DIARIO, Sayago manifestó que su libro no es de historia, que en realidad se trataba de una investigación con la cual ha pretendido rescatar información que de otra manera podría perderse. Pero allí está el material que releva importantes hitos de la medicina en la ciudad y región.
Como proyecto trunco quedó ahora la historia de las farmacias villamarienses que el también diplomado en Bioética, tenía muy avanzado en su producción.

En el recuerdo

Durante la jornada de ayer, el concejal y médico Carlos Gagliano realizó en la sesión del Deliberante un homenaje en memoria de Sayago.
“Era un estudioso, un meticuloso, un investigador, un hombre con sensibilidad social, perfeccionista y terminó sus últimos años dándole rienda suelta a una pasión que era la escritura”, indicó el edil radical.
“Hoy la ciudad pierde un hombre muy interesante, muy estudioso, una buena persona, un hombre que pasó por la ciudad dejando ejemplos personales, éticos, orales y literarios”, subrayó Gagliano en el seno del órgano legislativo.
Entre otras apreciaciones, el legislador recordó que Sayago “formaba parte de la Comisión Municipal de Historia, estaba muy preocupado por las cuestiones sociales y era un entendido y diplomado en Bioética”.
“Su voz era siempre respetada y escuchada.Tuvimos la oportunidad de estar en la presentación de su libro sobre la historia de la medicina en Villa María, una obra que le insumió cerca de seis años de investigación”, acotó.
“Quien quiera indagar algo acerca de la disciplina en nuestra ciudad tiene que ir obligatoriamente a ver el texto de Sayago”, redondeó el edil en su recordatorio del insigne profesional extinto.
Por su parte, los integrantes del “Ateneo Doctor Antonio Sobral”, también recordarán la figura del médico fallecido ayer, en el transcurso del acto que protagonizarán hoy en la sede de la Biblioteca Bernardino Rivadavia.