La escritora, periodista e instructora de la Fundación “El arte de vivir”, Soledad Simond, sostuvo ayer que “la respiración es un hilo conductor para traerme aquí, al momento presente, dejando de lado los planteos del pasado y del futuro, disfrutando de lo que se tiene y no viendo lo que nos falta”, previo a presentar su libro “Yo respiro” en el auditorio del Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María.
“El arte de vivir” es una organización internacional humanitaria, sin fines de lucro, que se dedica a la educación y al servicio, con programas que eliminan el estrés, “restauran los valores humanos e incentivan a personas de todo el mundo y de todas las tradiciones a unirse en celebración y servicio”, según indica la fundación, que está presente en 152 países.
Simond contó que realizó el curso de la fundación hace nueve años, luego de romper una relación con su novio de entonces y al haber pensado “que era el fin del mundo”. Tenía 24 años y la ruptura la deprimió. Entonces, hizo el curso del arte de vivir y afirmó que luego de terminarlo “empecé un camino de mayor conciencia, sobre cómo quería vivir, cómo quería sentirme”, logrando resultados a través de la técnica de respiración.
“El curso me dejó una herramienta que pasó a ser mía. Me encontré lidiando con emociones desagradables y comencé a vivir el momento presente y la respiración es el hilo conductor para esto”, explicó luego de contar, entre risas, que incluso en la fundación encontró un nuevo novio.
“No quise una historia bonita sólo para mí, entonces decidí compartirla”, apuntó, por lo que se transformó en instructora, hace ya cuatro años.
Simond propone una respiración “consciente”, conectándose a través de ella a las emociones y a lo que le sucede a uno.
Lo ideal es realizarla a la mañana en ayunas y a la tarde.
La periodista resaltó que con la respiración se intenta dejar a los pensamientos en pasado y en futuro y apostar a una mente entusiasta, a la que le cuesta que ingrese el “no puedo”. Le añadió, a esta técnica, la meditación.
“Me lleva una hora a la mañana y una media hora a la tarde. Muchos me dirán que tienen muchas ocupaciones como para ponerse a respirar de esta manera, pero yo también las tengo, ya que realizo diversas actividades. Sin embargo, restándole una hora al despertador gano en calidad de vida”, recalcó.
Simond aseveró que los resultados se ven desde el primer día y que está comprobada científicamente para distintas patologías y problemáticas. “La Organización Mundial de la Salud la recomienda para eliminar el estrés, la gran epidemia de hoy”, afirmó.
En este sentido, advirtió que en Europa el 40% de los ciudadanos toma antidepresivos y contó que, por su experiencia, puede decir que al Arte de vivir “se acercan muchas personas que están tomando antidepresivos”.
“Uno respira siempre, es lo primero y lo último que uno hace en la vida, atraviesa toda nuestra existencia, pero hay que dedicarle un espacio a la respiración consciente”, manifestó. “Es un momento para vos, en el que te estás priorizando. No podés atender el teléfono y lo ideal es estar protegido de interrupciones. También, que haya ventanas, que corra aire y que no haya sonido. Si uno se pone a ver, uno dedica su vida para el afuera y es raro que uno se priorice”, declaró.
“La respiración trabaja en un nivel muy profundo”, concluyó.