@ La hora del cipayo

En la película de Héctor Olivera filmada en 1974 sobre el libro “Los vengadores de la Patagonia trágica”, con guión de Osvaldo Bayer y Fernando Ayala, hay un buen número de escenas que quedarán grabadas en la retina de los que tuvieron la oportunidad de verla como excelentes metáforas y efectivas herramientas para sintetizar, no sólo aquellos momentos terribles, sino también los que corren en el presente.
El cine argentino es rico en la temática. Recordemos a Luis Brandoni en “Esperando la carroza”, cuando llega a una villa miseria siendo mano de obra represiva a buscar a un pariente y sale luego de encontrarlo comiendo una empanada y diciendo “pobre gente, sólo tenían dos empanadas para comer”. Pero volviendo a la Patagonia, hay un momento justo en que Héctor Alterio refleja lo que dicen que Zavala sintió en esa oportunidad, una especie de desasosiego, un darse plenamente cuenta de que había consumado una traición a la Patria. Esa traición que arrasó con la vida de cientos de trabajadores rurales explotados, desheredados, sin tierra, de la manera más sanguinaria que se conocería hasta 1976, donde la crueldad y la sed de sangre compañera superó todo lo vivido anteriormente, se había consumado en pro del orden y la pacificación (basada en la unión y el olvido de las diferencias que esgrimió el innombrable senador a la hora de aprobar los indultos a los asesinos de la dictadura mientras era presidente, y que también terminó esgrimiendo Julio Cobos para asestar la puñalada en el pecho de los intereses del campo popular.
En relación a los pacificadores, hay un poema de Mario Benedetti que dice: “El que pacifique a los pacificadores, un buen pacificador será”. Así, en el momento justo en que a Zavala lo agasajaban los amigos terratenientes y los políticos afines, algo en el alma del militar le dijo que se había equivocado. Que la Patria no era eso. Que no se puede ni se debe confundir a la Patria con los patrones de estancia.
En manos de un Gobierno democrático y aparentemente profesional, él había servido como herramienta de destrucción de los únicos hombres y mujeres capaces de sotener por encima de los intereses personales.
No nos quedan dudas de que éste es el momento de Cobos, el radical timorato, el mismo de aquel militar, cuando oye festejar su voto y decir al líder de CRA -Mario Llambías- “Cleto se comportó como un verdadero patriota”...
Si hay algo que el vicepresidente deberá saber, es que no fue al comando peronista ni a un grupo de funcionarios al que restó su apoyo. La verdad es que este señor nos ha dejado solos a nosotros, a los trabajadores y sectores empobrecidos o humildes, que a partir de ahora deberemos pagar un litro de leche como si compráramos una vaca entera. Y ni hablar del lomo que el Minga entrerriano celebra que se pague a ochenta pesos o si no del simple bife, que más que un corte popular pasará a ser un corte de palacio.
Ni hablar de los peligros que ya parecieran inevitables de la sojización, que insoslayablemente harán de este país un país insustentable en el aspecto ecológico, económico y hasta diríamos político, si todos entendiéramos que la estabilidad de los poderosos y sus intereses económicos, el festejo de la Sociedad Rural y sus socios es como la paz de los cementerios. Y en los cementerios, ya se sabe, ni se come, ni se cura, ni se educa.
Por todo lo expuesto, nuestra organización invita a construir un espacio plural en el que confluya el potencial de nuestra ciudadanía y nos ayude a desandar un camino válido que integre las voces del campo popular y finalmente dé la batalla que estamos esperando. Por supuestos que ante las actuales circunstancias y luego de esta derrota nos quedará analizar sus causas y advertir las consecuencias, previniendo que la tarea será ardua y el sendero que recorramos llenos de obstáculos y traidores.

Asamblea por la Democracia de Villa María


@ Se dice... “hasta siempre”

Los abajo firmantes queremos hacer público por este medio nuestro agradecimiento a la predisposición de un grupo de artistas locales y de la zona, que nos ayudaron a compartir momentos inolvidables con grupos de amigos durante estos tres meses en el resto-bar “Se dice de mí”.
A la vez de dar mil gracias, les comunicamos que por razones comerciales ya no estamos al frente del local, pero damos palabra en el sentido de que comunicaremos nuestro próximo emprendimiento en el rubro.
Y reiteramos la satisfacción por haber logrado tantos buenos amigos.
Muchas gracias.

Ana y Julio
DNI 16654982