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Inés Espinosa afirmó que “mi negocio no es una whiskería, es un local nocturno” |
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Con la pregunta ¿a qué estamos jugando? Inés Espinosa, dueña del bar confitería El Trébol, sintetiza su preocupación ante la seguidilla de clausuras que viene sufriendo su local nocturno desde 2010, sólo para mencionar los últimos años. Cinco veces, para ser exactos.
Espinosa se presentó en la Redacción de EL DIARIO con una importante cantidad de documentación que acredita sus dichos y para dar sólo un ejemplo que grafique lo que quiere expresar pone sobre la mesa los documentos de la última situación en la que se encuentra el local.
El pasado 8 de junio le fue entregado en la Municipalidad un documento firmado por Verónica Navarro y avalado por el intendente Eduardo Accastello en el que consta la habilitación del bar y otro con fecha del 15 de ese mismo mes, firmado por José Escamilla, en el que se ordena la clausura de la confitería.
A la vez, muestra una faja de clausura que no tiene ningún sello identificatorio. Es un papel blanco en el que dice “clausurado”, escrito con una computadora.
“No entiendo qué es lo que pasa. Este es un papel que podría haber hecho cualquier persona. No consta que sea de ningún organismo oficial. Y nunca se acercó al negocio ningún funcionario municipal para constatar que lo que dice la Policía sea cierto. Nunca fue ningún fiscal”, manifestó la propietaria del local.
Muestra más documentos, recibos de la AFIP y talonarios de impuestos.
“¿Quién es el conejo detrás de la puerta?”
“Yo tengo todo en regla. No tengo un negocio así nomás. Pago los impuestos, tengo seguridad y no discrimino. No puedo pararme en la puerta y decir vos entrás, vos no entrás. Tengo un bar y confitería para que la gente se divierta y sólo echo a la gente que no se sabe comportar. Por eso no entiendo qué pasa. Lo único que sé es que cada vez que me clausuran me cuesta cuatro, cinco o seis meses sin trabajar”, afirmó la mujer.
“No sé quién es el conejo que está detrás de la puerta”, dijo Espinosa en franca referencia a que desconoce quién es el que la quiere perjudicar.
“La Municipalidad me habilitó a poner karaoke, lo instalamos y vino la Policía y me lo prohibió.”
En otro tramo de la charla la mujer expresó: “Estuve 17 días presa por supuesta trata de personas, por una denuncia que hicieron en mi contra tres chicas de nacionalidad dominicana. Y después el propio fiscal Federal sostuvo que no había elementos para formular esa imputación en mi contra, esas tres chicas ni siquiera ratificaron su denuncia en los Tribunales. Todo se originó por una pelea que tuvieron ellas con dos chicas paraguayas dentro del local. Y por eso yo las hice sacar del bar y ellas, en represalia, me denunciaron”.
Para finalizar, Inés Espinosa afirmó que “mi negocio no es una whiskería, es un local nocturno para que la gente vaya a beber y a divertirse, nada más. Entonces, si me clausuran a cada rato, tengo que pensar que soy yo la víctima de discriminación, porque no me dejan trabajar tranquila. Y yo pago mis impuestos al día, porque no quiero tener problemas”, expresó.
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