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Eva le abrió la puerta de la política a las mujeres |
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“...Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad.
Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar.
Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima. Ha llegado, en síntesis, la hora de la mujer argentina redimida del tutelaje social y ha muerto la hora de la mujer relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida moderna.” (12 de marzo de 1947)
Eva Perón tuvo poco tiempo. Tal vez por eso vivió tan intensamente, tal vez por eso entendió que debía sembrar esperanzas entre los más desposeídos, para que aún después de 60 años de su muerte, los marginados, los pobres, los desclasados, los trabajadores, sigamos creyendo que luchando se puede alcanzar igualdad de derechos.
En ese poco tiempo, Eva abrió la puerta a las mujeres en la política argentina, muy a pesar de propios y extraños. Entendió la clave de la política, explicando que las decisiones que se toman en ese ámbito afectan el hogar, el espacio al que era circunscripta la mujer por esos años.
Salir, tomar decisiones, convertirse en obreras, profesionales, dirigentes fue el desafío que impuso. Y lo alcanzó.
Cada vez que reflexiono sobre Eva Perón, pienso en sus apenas 33 años de vida, de los cuales tuvo sólo seis con activo protagonismo político y social.
En esos seis años revolucionó la acción social, mostró que la ayuda era obligación del Estado y no una obra de caridad.
Tuvo enfrentamientos, sí. Y muy duros.
Si no se hubiera enfrentado en esos tiempos de posguerra, donde las clases privilegiadas negaban todo derecho al resto de los argentinos, no podría haber dado ni un solo paso.
En el final de su vida sufrió dolores que le horadaron su fortaleza física, pero no la espiritual. Aun muerta representó y representa la esperanza para todos los desposeídos. Cómo no recordar hoy, cuando se cumplen 60 años de su fallecimiento, a la mujer que con intensidad, pasión y coraje generó un profundo amor en millones de argentinos.
Rosa Cámpora
“Vive en el corazón del pueblo”
“A las 20.25 ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación”, decía el 26 de julio de 1952 un lacónico informe oficial.
La noticia heló la sangre de millones y causó alborozo en la minoría reaccionaria que escribía en las paredes de los barrios ricos de Buenos Aires la leyenda “Viva el cáncer”. Evita tenía tan sólo 33 años. Así nacía el mito de la mujer que supo ganarle a los prejuicios de época y dejar su impronta en la historia como la abanderada de los humildes.
Una mujer que dejó su vida, pero no sus convicciones, renunciando a los honores, pero no a la lucha. Dejando para siempre su nombre en la historia del país. Nombre que enarbola las causas justas del pueblo.
Evita es símbolo de la reparación histórica del entramado social: de los trabajadores, de las mujeres, de los niños y de los abuelos.
Fue el emblema de una causa que convirtió a la mitad del pueblo en ciudadanas de pleno derecho y su Fundación “Eva Perón” fue la gesta de su ayuda a los más humildes de la Patria.
Eva le rindió, en su corta pero intensa vida, fidelidad a su pueblo y a su compañero de lucha Juan Domingo Perón, junto a quien luchó para lograr una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Por eso el legado de ‘Evita’ nos convoca a seguir militando por un país para todos, con inclusión social y vigencia plena de los derechos humanos para lograr el objetivo de una Argentina unida, libre y soberana.
Hoy, ‘Evita’ vive más que nunca... vive en los pibes que perciben la Asignación Universal, vive en cada uno de los trabajadores dignificados por este proyecto, en las minorías sexuales con el matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de Género, en los abuelos que cobran movilidad jubilatoria y, fundamentalmente, vive en el corazón del pueblo argentino, el cual le estará eternamente agradecido por su entrega a la causa popular.
‘Evita’ está presente en los militantes que defenderemos y profundizaremos este proyecto nacional y popular recogiendo su nombre y llevándolo como bandera a la victoria.
Corriente Peronista Descamisados
Villa María
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