Allá por febrero, a pocos días del arranque del campeonato, Alem navegaba en la incertidumbre. Un grupo de dirigentes fue a buscar a Antonio Mazzini a Plaza Ocampo, a decirle que lo querían al frente del plantel. Alem necesitaba, otra vez, de sus servicios y por lo tanto, él decidió estar.
Era volver a pisar los campos de juego, volver a ponerse el escudo “Tricolor” en el corazón, volver a ingresar a ese vestuario que tanto años lo esperó para otra vez escuchar sus palabras o reír con su particular sentido de humor.
El “Mono”, uno de los tantos símbolos, volvía a ser actor principal en el fútbol de Alem y éste, tras asegurarse el regreso de ídolos contemporáneos y confiar en esos jóvenes que iban y venían sin destino claro, tal vez anticipándose al futuro, en sus primeras palabras expresó: “El ‘León’ está herido y entre todos lo vamos a levantar”. Y a esa premisa, la cumplió.
Por eso, cuando el árbitro internacional Néstor Pitana decretó el final en Plaza Ocampo, el pasado domingo, se le colmó el pecho de satisfacción a Mazzini. Y enorme felicidad fue porque su Alem se levantó y otra vez está en la cúspide del fútbol local, para la algarabía de los miles de hinchas que colmaron Plaza Ocampo.
“No sabés lo que es esto para mí y más haberlo logrado con estos chicos”, remarcó el DT ante el título obtenido y dejando en claro la magnitud del logro.
“Trabajamos mucho, de noche y con un frío terribe, con agua. Por todo ese sacrificio, más el buen grupo que hicimos, pudimos lograr esto”, declaró a continuación.
Pese a la marcada emoción, Mazzini explicó que, en cuanto al partido, “era para marcar más goles; igualmente ganar tres a cero en una final para mí significa mucho. Ganamos bien”.
Por eso, en todo momento, “Mono” destacó la labor de sus dirigidos y comentó: “Estos jugadores son unos leones. Cuando arrancamos vi el equipo que se logró armar, a lo que le sumamos algunos refuerzos y a los más chicos. Encaramos el torneo para esto, para salir campeón, y así volver a poner a Alem en el lugar que se merece”.
En otro punto, destacó: “Estoy tan contento. Vengo de una mala racha por la desgracia que tuve, pero esto te cambia el aire, el ánimo...”, a la vez que la emoción le invadió el corazón, ante la mezcla de felicidad y tristeza por el suceso familiar que vivió.
En ese sentido, indicó: “Me largué a llorar porque pienso mucho en mi nieto. A la mañana (de la final) fui al cementerio, como todos los domingos, no fallo nunca, le pedí y se ve que me está mirando desde arriba... Fue un golpe duro, con esto respiro un poco, pero no... Estoy con eso adentro siempre, todos los días...”.
Entremedio, hubo aquellos que dudaron de su función y lo criticaron. Igual, el fútbol le dio su revancha y así lo expresó: “Quedó demostrado, pese a toda esa gente que opinó mal, tanto uno como los muchachos dejamos todo por Alem”.
“Había que darle alegría a esta gente, ¡mirá lo que es Villa Nueva!, toda la gente que llevó, y por estos chicos, que tienen un corazón terrible. Estoy muy feliz, emocionado”, concluyó.
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