Tal como se preveía, la Justicia villamariense declaró ayer la culpabilidad de María Isabel Plazza en el accidente de tránsito que le costó la vida a Claudio Damián Deheza, el chico de 19 años fallecido el 10 de agosto de 2009 en la esquina de Alem y San Juan.
En el mismo fallo, el camarista René Gandarillas dispuso la inhabilitación de la mujer para conducir todo tipo de vehículo automotor durante los próximos cinco años y la condenó a pagar las costas del proceso, además de cumplir con una serie de reglas establecidas por la ley.
Al cabo de la tercera y última audiencia del juicio que se llevó a cabo en la Cámara del Crimen local, la conductora del Ford Focus fue declarada autora del delito de “homicidio culposo agravado” por haber cruzado la referida encrucijada con el semáforo en rojo, tal como lo aseguraron seis testigos presenciales del trágico choque.
Previo al veredicto, la Fiscalía, la Querella y la Defensa formularon sus alegatos y todos coincidieron en que estaba plenamente acreditado que Plazza era responsable del siniestro en el que falleció el joven motociclista, que se ganaba la vida trabajando como cadete.
Sin embargo, las partes difirieron en el monto de la pena a aplicarse. En primera instancia el acusador público, Francisco Márquez, solicitó tres años de prisión de ejecución condicional (pena que finalmente impuso el juez Gandarillas). A su turno, el querellante particular, Raúl Camandone, pidió una condena de cuatro años de cárcel de cumplimiento efectivo y siete años de inhabilitación para conducir y finalmente el defensor, Luis Caronni, consideró que su clienta debía ser sancionada con el mínimo de la pena prevista por la legislación, es decir, dos años de prisión en suspenso.
Ultima palabra
Luego de los alegatos el presidente del tribunal le concedió a Plazza la posibilidad de expresarse en la etapa procesal que se conoce como “última palabra”, paso previo al dictado de la sentencia.
Fue entonces cuando la mujer señaló textualmente lo siguiente: “No sé ya qué decir. Yo dije toda mi verdad en el momento oportuno. Pedí perdón, porque también soy madre y sé lo que es el dolor de una madre; y es más: no la estoy pasando tan fácil como creen algunos y esos que me lastiman diciendo cosas, ya sea por los diarios o por Facebook. Quizás yo la esté pasando peor, porque estoy muy lastimada psicológicamente. Si tengo que pedir perdón, como lo he pedido en otras oportunidades -a pesar de que dicen que no lo hice-, vuelvo a hacerlo ahora. Soy madre, soy humana y creo que la gente que quiere hacer las cosas bien tiene que actuar con amor”.
Sobre el final de su alocución, Plazza fue cortada en dos oportunidades por su abogado: “Acá se trata de un grupo que…” comenzó diciendo la mujer, en evidente alusión a los miembros de la Fundación “Estrellas Amarillas” que integra la madre del joven fallecido, Lucía Gigena de Deheza. Pero Caronni la frenó para que no continuara hablando sobre ese tema. Y seguidamente Plazza agregó: “Yo pido perdón; si tengo que volver a repetirlo, lo vuelvo a repetir, pero creo que las culpas fueron muy repartidas”. Fue entonces cuando el letrado defensor volvió a tocarle el brazo y la acusada se llamó a silencio.
La acción civil
Cabe señalar que, paralelamente a la causa penal, en los Tribunales de Villa María se lleva adelante una demanda civil entablada por los familiares de Deheza en el Juzgado de Primera Instancia y Primera Nominación en lo Civil, Comercial y de Familia, a cargo de la magistrada Ana María Bonadero de Barberis, Secretaría Rigalt.
Allí, los demandantes reclamaron a la compañía aseguradora contratada por Plazza un resarcimiento económico por la suma de 300 mil pesos, que a la fecha debe rondar el medio millón.
Si el veredicto condenatorio dictado en la víspera queda firme, es un hecho que la Justicia Civil fallará a favor de los actores civiles, por lo que la firma aseguradora (perteneciente al Banco Credicoop) deberá abonar la suma reclamada, con más los intereses y costas del proceso.
LAS FOTOGRAFIAS
1) Isabel Plazza fue declarada culpable del accidente vial en el que murió Damián Deheza y no podrá conducir durante los próximos cinco años. Acá, junto a su defensor, Luis Caronni
2) Lucía Gigena estuvo siempre acompañada por sus familiares y varios miembros de la Fundación “Estrellas Amarillas”, que también integra. Cuando el juicio terminó casi todos se quebraron por el dolor
3) Los hijos y otros familiares de Isabel Plazza ocuparon la mitad de los bancos de la sala de audiencia. Aquí, el momento en que se daba lectura al veredicto
4) Tras la condena, Plazza se abrazó con sus hijos y se la vio muy conmovida, pero a la vez aliviada. Después, todos se retiraron sin formular declaraciones
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