El Gobierno provincial parece haberse olvidado de los menores de edad que tienen problemas de adicciones y no poseen obra social que les cubra un tratamiento.
Y ese fue uno de los temas (de muchos otros) que abordaron ayer, en la Casa Esperanza de Villa María, directivos de las casas de la misma Asociación Nazareth en Argentina.
Desde la asunción del gobernador José Manuel de la Sota casi una decena de Organizaciones No Gubernamentales no reciben el fondo de becas para tratar estos casos, según reveló La Voz del Interior.
En Villa María, la única entidad de la faz privada que trabaja en el tema es Casa Esperanza, ubicada en calle Estados Unidos 9. Verónica Valentín, su directora, le confirmó a EL DIARIO que la deuda de la provincia para con la casa es total, respecto a lo que va de 2012 y que sólo se efectuó un pago de 2011 que orilló los cinco mil pesos.
En esta institución en la que “se atienden a más de cincuenta personas”, alrededor del 25% son menores que no tienen obra social, por lo que la ayuda del Estado cordobés es más que necesaria.
“La deuda es alta, en función de que en la provincia hay tres casas de nuestra asociación”, dijo en alusión a la de Río Cuarto, donde existe un hospital de día e internación y las de Villa María y San Francisco, con tratamiento ambulatorio.
Añadió que “esa deuda que se gestaba de chicos derivados por el Gobierno nos hace difícil el funcionamiento, ya que tampoco recibimos donaciones de empresas”. “Esto es autogestión”, aclaró.
Ante la pregunta de este matutino, Valentín dijo que las empresas de la ciudad no colaboran. “No hemos visto que exista aquí la responsabilidad social empresaria”, advirtió.
La directiva confirmó que la casa no recibe ayuda de la provincia y que hace poco ingresó un pago de 2011, “por lo que no estamos hablando de una deuda de tres meses, sino de más de un año”.
En tanto, develó que la Nación sí cumple con ayudar, a través del Sedronar.
“Para nosotros la falta de fondos es un daño, pero el daño es mayor para la casa de Río Cuarto, que trabaja con muchísimas personas más y los costos de internación son más altos”, explicó.
Consultada sobre qué respuestas da la provincia ante el reclamo por los fondos, dijo que “ahora parecía que tenían intención de llegar a un acuerdo”.
No obstante, aseguró que “no hemos dejado de atender a nadie”. “Con cada persona que ha llegado a esta casa analizamos de qué manera se hace el tratamiento”, aseveró.
Esperanza no cuenta con ayuda del municipio villamariense, aunque el año pasado brindaron alimentos para eventos.
Desde 2009, más acorde a la Ley de Salud Mental, se implementa un programa terapéutico nuevo, que reduce el tiempo de tratamiento, tanto el que contempla internación como el ambulatorio, aunque eso no quiere decir que el paciente no continúe luego en relación con la institución.