El sábado pasado en la sala La Llave se llevó a cabo el estreno de “La pecadora”, de la dramaturga uruguaya Adriana Genta e interpretada por un elenco independiente local.
La obra, que intenta abordar la atormentada vida y la inesperada muerte de la genial escritora charrúa Delmira Agustini, fue montada por un grupo de jóvenes actores, de los cuales dos (Leonardo Negro y Oscar Bazzara) también decidieron colgarse el “overol” de directores, en ambiciosa y arriesgada empresa. La trama, en rigor, se interna en los conflictos más mundanos -de corte interpersonal- de la poetisa que supo patear el tablero del cánon literario, profundizando su pluma ardiente hasta la médula del erotismo, contra toda la pacatería ilustrada de principios de Siglo XX. Delmira es configurada como una mujer de una familia montevideana de cierto nivel económico e intelectual, que a pesar de sus recursos y conocimientos, se aprecia frágil, atosigada incesantemente por su madre sobreprotectora e imbuida por la avidez hormonal de saciar los deseos de la carne.
En materia sentimental se halla entre dos hombres: su prometido, el hacendado Enrique Reyes, a quien quiere pero no ama, y el escritor y diplomático Manuel Ugarte, con quien mantiene un amor platónico que se traduce en un intercambio epistolar de alto vuelo poético. En cuanto a la performance actoral, Laura Beccaría (Delmira) crece de menos a más durante la pieza, hasta estallar en los cuadros finales. Graciela Della Rosa (María Murtfeldt, madre de Delmira, la más veterana del grupo) se gana la escena con la encarnación de una castidad intramuros, otorgando brochazos de humor negro por su obsesión acerca de la “deformidad” que provoca un embarazo. Negro (Ugarte) cumple con su papel, pie a juntillas.
Por último, Bazzara recrea -aunque sin lucimiento- a Reyes, quien esgrime una orgía de sangre con el cuerpo de Delmira y su propia humanidad, en un cuarto de mala muerte. El cierre, tras un preciso clip audiovisual y alegórico, está a cargo de la voz del gran Eduardo Galeano resumiendo magistralmente la amputada misión de Agustini en este mundo: gozar.

Juan Ramón Seia

Aclaran la función de Dady Brieva

Desde el Teatro Giusseppe Verdi se comunicó que la función de “Dadyman”, el unipersonal de Dady Brieva, no será el 30 de agosto, como se había informado originalmente, sino el domingo 30 de setiembre.
Las entradas anticipadas costarán desde $180. Las boleterías se hallan en Yrigoyen 329 y el teléfono es 4610083.