El cantante Abel Pintos realizó ayer una firma solidaria de autógrafos a beneficio del Hogar Solidario Buen Samaritano de nuestra ciudad.
De esta forma, el joven cantautor destinó dos horas (entre las 16 y las 18) para recibir a sus seguidores en el Salón Blanco del Palacio Municipal y cumplir con la tarea benéfica.
Pintos repartió autógrafos, besos y abrazos, a cambio de un alimento no perecedero para ser destinado a la institución. El cantante estampó su firma en papeles, fotos, CD’s, banderas y remeras, además de posar para fotografiarse con quienes hicieron una larga cola con el fin de obtener un instante con él.
También recibió algunos presentes que le obsequiaron sus fans, como camisetas de fútbol, libros y remeras.
Se estima que alrededor de 500 personas, en su mayoría mujeres, se reunieron en la Municipalidad y dejaron más de 200 unidades de alimentos no perecederos para los niños del Hogar Buen Samaritano.
La de ayer fue la tercera oportunidad en la que el cantante lleva adelante la firma solidaria de autógrafos. Antes lo hizo en la ciudad de Rosario, donde pudo llenar dos automóviles de alimentos no perecederos, y Córdoba, en la que lo recolectado llenó cuatro automóviles.
La organización de estos eventos solidarios es una iniciativa del propio cantante.
A veces no se pueden llevar a cabo estas firmas solidarias de autógrafos por falta de tiempo, explicaron quienes lo acompañan en sus giras.

Un gesto humano

En diálogo con EL DIARIO, Abel Pintos contó que habitualmente pasa mucho tiempo sacándose fotos y firmando autógrafos en cada ciudad que llega, por lo que pensó que lo mejor era hacerlo de manera organizada, con un contacto más directo y no con el público detrás de la valla, y que tenga un fin que vaya más allá de compartir un momento fuera de escena.
"Firmar un autógrafo y sacarme una foto es algo muy cotidiano para mí y lo disfruto mucho. Me pareció que si a eso le podíamos sacar otro fruto, iba a ser genial", afirma.
"Que alguien venga a pedirte un autógrafo o una foto o a darte un abrazo tiene una característica humana más que artística, viene a transmitir afecto. Estaba seguro de que de ese gesto humano podía salir uno más humano aún, como es el de la solidaridad, por eso en cada ciudad que llego con tiempo, armamos una firma solidaria y la llevamos adelante", agregó.
"La elección del comedor El Buen Samaritano fue porque la gente del lugar me ayudó a seleccionarlo, ya que yo no conozco la realidad de Villa María y quién necesita más. Preguntando, les pareció que ése era el mejor lugar", señaló.
"Lo importante es que la gente vino a colaborar, yo disfruto mucho de que vengan a saludarme y poder saludarlos. Eso es lo que más vale", finalizó.