Hace pocos meses, Lorenzo Bruera, ex presidente de Caprolec, apostó a seguir creciendo en su unidad productiva lechera de Pozo del Molle.
“Empecé a producir en ese momento motivado por el mensaje que se bajaba del Gobierno de un buen precio y de la necesidad de agrandar las explotaciones; eso me llevó a comprar por el mes de abril 100 vientres más de un reconocido tambo de la zona.
Hoy la situación es completamente distinta, especialmente a partir de diciembre. Se comenzaron a escapar los precios de nuestros insumos, la actividad lechera entra en una situación de crisis por falta de rentabilidad con un aumento de costos del 60% de noviembre a la fecha, creando una situación de completo desaliento.
A raíz de esa situación, sumado a la dura realidad que vive todo el sector lechero, me he visto forzado, a partir del día 21 de mayo a desprenderme de 163 vientres que estaban en producción. Lamentablemente podrían haber seguido produciendo, pero fueron a faena. Hoy tengo otros 60 vientres que ya están asignados a la venta para ser liquidadas en el mes de agosto y setiembre. En total van a ser 220 los vientres que salen de mi explotación, básicamente por no tener incentivos. Hoy realmente me encuentro decepcionado.
Todos los productores hemos recibido el cachetazo producto de un precio de corte que resulta desfavorable para la industria, de no abrirse la exportación y que no se le concedan el ROE a los exportadores. Todo esto a creado un clima de desaliento e incertidumbre; agravado por el hecho de que otras actividades resultan hoy mucho más rentables.
En mi caso, decidimos liberar hectáreas para tratar de no caer en la ruina que puede repercutir en desfinanciamientos y toma de más créditos, situaciones que me llevarían directamente a terminar con toda la actividad lechera. Por eso achicamos la actividad lechera y agrandamos la actividad agrícola. Estamos totalmente decepcionados por esta diabólica determinación del Gobierno de no permitir la exportación y, si me preguntan, aconsejo a los productores a que apliquen una reducción de sus planteles. Muchos ya lo están haciendo, por ejemplo, de tres tambos en funcionamiento se quedan con dos; dejando entrever que para setiembre, octubre y noviembre, la perspectiva de incremento de la producción no va a ser tal como se espera”, dijo.
Bruera señaló también que esa reducción representa el 27% de las vacas en producción.
“Hicimos un pico de producción de 18 mil litros y el objetivo era alcanzar los 20 mil. Hoy, con suerte, llegaremos a un pico de 14 mil y según el mensaje del Gobierno uno puede hacer la lectura de que hay que estar por debajo de los 12 mil litros para poder cobrar las compensaciones (en función del polémico acuerdo que subsidia con 10 centavos por litro los 6.000 primeros de producciones de hasta 12 mil litros). Es totalmente ridículo, tenemos que jugar al achique para no pasarnos de largo en la curva”, señaló.
“Como las perspectivas a futuro, con el criterio que tiene este Gobierno, son las de no permitir la exportación muchos productores tomarán la decisión drástica de bajar la producción a tales niveles que no quedarán saldos exportables, si no se llega a un precio ficticio de sobreoferta inducida desde el Estado. Caso contrario, el precio no se va a recomponer y se aceleraría el proceso de quiebra de muchas explotaciones.
Este sistema de compensaciones apunta a una mayor concentración de la industria. Esto se debe a que no todas las industrias van a percibir esta compensación para volcarla a los productores. En consecuencia, las que perciban estos fondos serán las que tendrán mayor capacidad competitiva, favoreciendo a que el negocio del procesamiento de la leche quede en 4 ó 5 manos y éste es claramente otro factor que va a jugar en contra de la producción. Con una mayor concentración de la industria, la poca competencia que hoy existe, desaparecerá por completo.
Por eso el productor tiene que tener la capacidad para adaptarse rápidamente al contexto. En 2001, 2002, el contexto era incierto y adopté la misma metodología: liquidé más de 200 vacas de un solo saque”, concluyó.

@ Sobre el acuerdo

Al ser consultado sobre el acuerdo firmado por Caprolec con el Gobierno nacional, Bruera respondió que prefiere “no opinar para no contradecir públicamente a los representantes de Caprolec, pero en función de lo que estoy haciendo en mi establecimiento y de lo que voy a hacer ustedes podrán llegar a la conclusión que no estoy muy de acuerdo y no me parece correcto, no tanto por el contenido en sí, sino porque fue, ni más ni menos, que una maniobra del Gobierno para debilitar a la Mesa de Enlace, pero el tiro les salió por la culata. A buen entendedor, pocas palabras”, afirmó.