Basta de
“cuentos chinos”
Eduardo Accastello sin duda ha hecho muchas obras en Villa María. Ha dejado una costanera hermosa y un Subnivel maravilloso, entre algunas otras. Sus aspiraciones a ser candidato a gobernador también son legítimas como las de cualquier vecino que aspire a serlo. Claro que no es un vecino común, fue dos veces consecutivas intendente municipal, luego sucedido por su mujer, para después ser electo por tercera vez. Entre ambos llevarán 16 años al mando de la comuna. Además, vale decirlo sin emitir juicio crítico alguno, ha podido costearse un intento de campaña a gobernador, ser uno de los principales referentes y candidato a diputado por el FPV en la provincia.
Recientemente, también tuvo la interesante oportunidad de entrevistarse con las cúpulas del Partido Comunista chino y extraer lecciones de las mismas. Encandilado por su reciente y cuarto viaje al “Gigante Asiático”, decidió transmitir sus vivencias en todos los medios a su alcance, que no son pocos.
El mandatario resaltó el increíble crecimiento económico y la competitividad de la economía china, que si bien es cierto, lo que no aclara es que dicha competitividad se debe, entre otras cuestiones, a los salarios de subsistencia del trabajador chino y la total ausencia de sindicatos que defiendan sus intereses. También que dicho crecimiento económico está sustentado en una elite gobernante y empresaria al mismo tiempo, con el agregado de una inequidad social y explotación del ser humano extraordinaria. Accastello tampoco nos ha contado que China es una sociedad de partido único, sin libertad de prensa, con censura y persecución política, y un sistema de castigo implacable para quien transgreda las normas de la cúpula gobernante. Lo que bien podemos llamar una dictadura, que ellos denominan “Socialismo con características chinas”.
En castellano podríamos traducirlo como una "Dictadura Corporativa Capitalista China" donde no se respetan ni el pluralismo ni la igualdad, ni el individuo, tres símbolos de la tradición política democrática occidental que costaron la Revolución Inglesa de 1688, que limitó el poder absoluto con el parlamentarismo, la Revolución Francesa de 1789, que en nombre de la igualdad eliminó los títulos de nobleza, y la Revolución Norteamericana de 1778, que hizo del individuo una entidad protegida en su palabra y en su cuerpo del poder del Estado. Incluso tampoco podemos caracterizar al país con los logros alcanzados por el Estado Benefactor de la época de posguerra ya que el trabajador está desprotegido y los derechos de tercera y cuarta generación brillan por su ausencia.
Desde la Coalición Cívica ARI además de alertarnos por la increíble admiración de nuestro mandatario sobre la dictadura china, le recomendamos al intendente que se aboque a Villa María, que no se haga el distraído con respecto a la situación de las cuentas provinciales y municipales diciendo que el gobernador que abrazó con tanto entusiasmo hace unos meses “no le manda más plata”. Que sus concejales dejen de sembrar dudas sobre la honorabilidad de personas como el tribuno de Cuentas José Naselli cuyo desempeño en la función pública es impecable. Por último señor intendente le solicitamos que concentre sus esfuerzos acá en Villa María, entendemos que tiene apetencia de ser gobernador pero la ciudad todavía demanda soluciones a obras que usted mismo emprendió.
El hábito de contar “cuentos chinos” a los vecinos no lo ayudarán en sus legítimas pretensiones.
Alexis Aguilar
Romina Chazarreta
Eduardo Fernández
Coalición Cívica ARI
Otras notas de la seccion Opiniones
Escriben los lectores
Escriben los lectores
Una historia, entre tantas
Los lectores también escriben
Lamentable
|