Reconocimiento a una profesora

Señor director:

Si usted nos permite, a través de este medio, queremos hacer público a la comunidad nuestro reconocimiento a la profesora Gilda Celestino.
Querida profe, muchas gracias por demostrarnos tantos valores en su persona. Gracias por enseñarnos que después del cáncer se puede volver a empezar, gracias por tanto cariño y vocación, por el ejemplo de vida, honestidad y rectitud que nos transmitió.
Gracias porque nos llamó siempre por el nombre, nos valoró como personas, porque se mostró humana antes que profesora, por alentarnos cuando teníamos un problema, por enseñarnos a respetar al que piensa diferente y no juzgarlo, por hablarnos de Dios, por su gran humildad y sencillez. Se extraña su sonrisa, su luz, su optimismo, su calidez y su tonadita.
Será remplazada en clase, pero jamás en nuestro corazón porque nos hizo conscientes del valor de la lealtad hacia lo que uno siente. En su decisión, la acompañamos y apoyamos como tantas veces usted nos acompañó y apoyó cuando la necesitamos, pero sabemos que estará presente en las páginas de su libro y en el recuerdo de cada uno de nosotros.
Muy pocos son capaces de ser fieles a las convicciones y coherentes entre lo que se dice, piensa y hace. Como usted dijo, nos dio la última lección de vida: que defender los ideales y la libertad no tiene precio.
La queremos y valoramos mucho. Gracias por todo lo que nos enseñó de Comunicación, Ciencias Sociales y sobre la vida. Ex alumnos de la carrera de Enfermería Profesional, orgullosos de haberla tenido como profesora, le hacemos este merecido reconocimiento por ser un ángel y, a la vez, un ser humano extraordinario.
Muchas gracias señor director del EL DIARIO por darnos este espacio de expresión.

L. M. P.
DNI 3796875


Sillas de plástico

Señor director:

Esta nota va dirigida a quienes tengan que ver con la seguridad en los salones de fiestas, donde usan sillas de plástico que se rompen produciendo caídas peligrosas.
Me sucedió a mí y a tres personas más.
Héctor Zeballos