Un trabajador rural oriundo de la ciudad de Oliva fue condenado ayer a 10 años de prisión efectiva, luego de confesar que violó a dos niñas de su entorno familiar (una de ellas en forma continuada por espacio de ocho años) y manoseó impúdicamente a una joven con discapacidad mental.
Se trata de Víctor Hugo Villafañe, de 57 años de edad, quien fue declarado autor responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado” y “abuso sexual simple”, por hechos acaecidos entre 1988 y noviembre de 1996, el 6 de junio de 2002, el 22 de noviembre de 2006 y el 24 de junio de 2011.
A la gravedad de los episodios por los cuales fue condenado Villafañe se suma una denuncia penal formulada el año pasado por su propio defensor, el abogado olivense Gabriel Elías Razuk, quien al asumir el patrocinio del disoluto individuo y tomar contacto con la causa, advirtió que la investigación de los hechos en perjuicio de las menores estuvo paralizada durante cuatro años y siete meses.
En efecto, el expediente que se inició a fines de 2006 (luego de cometida la violación de noviembre de ese año), “durmió” en la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Oliva, y la causa se reactivó a fines de junio del año pasado, tras la denuncia que realizó el padre de la joven discapacitada.
Negligencia
Por razones que se desconocen, pero que evidencian -cuanto menos- una lamentable negligencia procesal, aquellos abusos cometidos entre el 88 y el 96, y las violaciones perpetradas en 2002 y 2006, no fueron investigados debidamente, e incluso por la gravedad de los mismos Villafañe debió haber sido detenido inmediatamente después de que una de las víctimas se animara a radicar la denuncia en la Fiscalía olivense, por entonces a cargo del ya ex fiscal Omar José Borgna, quien se jubiló en 2011.
Con otro funcionario judicial al frente de la investigación, la causa se reavivó luego del hecho denunciado por el padre de la joven con retraso mental, cometido en la localidad de Pampayasta. Villafañe fue detenido y, finalmente ayer, sometido a juicio oral.
Como se trata de hechos de instancia privada, la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas, en la sala que la Cámara del Crimen posee en el quinto piso de los Tribunales de Villa María.
No obstante, EL DIARIO pudo conocer algunos datos de los abusos perpetrados por el hombre de campo, como así también de la incompetente labor de los funcionarios de la Fiscalía de Oliva que tuvieron inicialmente el expediente en sus manos.
Todo empezó...
El primero de los hechos, y quizás el más grave de todos por su duración, se produjo a partir de una fecha indeterminada del año 1988 hasta noviembre de 1996, cuando la pequeña víctima tenía entre 8 y 16 años de edad.
Durante esos ocho años, Villafañe sometió sexualmente a la menor en forma reiterada y continuada en la vivienda que por entonces ocupaba en la zona rural de Oliva.
El segundo de los hechos fue cometido el 6 de junio de 2002 y el tercero el 22 de noviembre de 2006, ambos en perjuicio de otra menor, también de su entorno familiar.
En todos los casos, se trató de “abusos sexuales con acceso carnal”, lo que vulgarmente se conoce como violación.
Poco después de ese último episodio, la primera de las víctimas (que para entonces ya tenía 26 años de edad) se animó a formular la denuncia ante las autoridades policiales y judiciales de Oliva, con lo cual se inició una investigación que, curiosamente, no derivó en la detención de Villafañe.
Causa parada
Peor aún, el expediente quedó “durmiendo” por espacio de cuatro años y siete meses, y recién se reactivó a fines de junio de 2011, cuando el padre de la joven discapacitada realizó la denuncia por lo que le sucedió a su hija.
Luego de ser detenido, Villafañe contrató los servicios profesionales de Razuk, quien el 26 de agosto del mismo año formuló una grave acusación contra los responsables de haber omitido investigar debidamente los abusos anteriores.
El letrado de Oliva denunció a los instructores de la causa por “violación de los deberes de funcionario público” y “retardo de justicia”, pero hasta el momento el Tribunal Superior de Justicia no se expidió sobre la cuestión.
Otros detalles
El juicio de la víspera fue presidido por el camarista René Gandarillas y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez, del abogado Razuk y del secretario Roberto Jue.
La confesión lisa y llana de Villafañe, sumado a la ausencia de antecedentes penales, le permitieron acceder al mínimo de la pena prevista por la legislación argentina para el tipo de delitos que se le atribuían, cuyo máximo es de 15 años de prisión.
Precisamente como se trata de un convicto primario, Villafañe podrá solicitar la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la condena impuesta, es decir cuando complete seis años y ocho meses entre rejas.
Detenido desde fines de junio de 2011, estará en condiciones legales de dejar la cárcel a fines de febrero de 2018. Claro que, previamente, la Justicia evaluará si el presidiario está en condiciones psicológicas de obtener el citado beneficio excarcelatorio.
LAS FOTOGRAFIAS
1) Víctor Villafañe, esposado, poco antes de ser condenado por una serie de aberrantes hechos que tuvieron como víctimas a dos menores de su entorno familiar y a una discapacitada
2) El abogado Razuk denunció a funcionarios de la Fiscalía de Oliva por no haber investigado responsablemente la causa
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