La sucesión de medidas tomadas y anunciadas por el gobernador de la provincia para hacer frente a la delicada situación económica por la que atraviesa la provincia, si bien tienen diferentes alcances poseen sin embargo un denominador común: el ajuste, que empieza a vislumbrarse, no lo afrontarán los sectores con mayor capacidad contributiva, sino todo lo contrario, una vez más impactarán en aquellos sectores a los que aún les cuesta hacer pie en la realidad económica nacional. En este sentido debe leerse su decisión de postergar el pago del incremento de las jubilaciones, la restricción a los beneficios en el boleto estudiantil gratuito, el incremento a los combustibles en la provincia y en las cuotas de las viviendas sociales.
Todas estas medidas el gobernador las toma amparándose en lo que llama “incumplimientos de la Nación con Córdoba”.
Lo que no dice de la Sota es que la situación de deterioro en los indicadores de desarrollo humano que muestra nuestra provincia, una de las más ricas y con mayores potencialidades del país, es producto de décadas de intentos de presentar a nuestra provincia como una “isla” en los avatares políticos y económicos por los que atravesamos los argentinos. Producto de esta visión “aislacionista” proclamada a través del “cordobesismo” y de su decisión de enfrentarse con el Gobierno nacional en aras de sus aspiraciones presidenciales, el gobernador está dilapidando la oportunidad que tenemos los cordobeses de mejorar nuestra perspectiva educativa, sanitaria, habitacional y de infraestructura.
Todos estos indicadores de desarrollo humano en los que nuestras provincias hermanas muestran un fuerte avance, en Córdoba aceleran su retroceso. Sumado a ello, las actitudes y políticas del gobernador, cada vez más elocuentes en la defensa de los sectores concentrados del poder cordobés, son un claro mensaje de cercanía con los sectores de poder concentrados de la Argentina que se resisten a perder sus privilegios.Y se constituyen además en obstáculos para que Córdoba se sume decididamente a un proyecto nacional de país más justo, solidario, equitativo e inclusivo.
Ante este panorama, para el Partido Justicialista de Villa María, de esta situación se sale a través de dos tipos de respuestas. Una de tipo político-ideológica que restituya al peronismo cordobés dentro de las mejores tradiciones del nacionalismo popular, democrático y transformador que nos ha caracterizado como movimiento político; y otra de tipo político-gubernamental que nos ubique claramente junto a las políticas que impulsa el Gobierno nacional en pos de mejorar las condiciones de vida de los sectores populares en la Argentina. Algo que los villamarienses protagonizamos a diario a través de nuestro Gobierno municipal.

Partido Justicialista Villa María
Gerardo Russo, Verónica Vivó y Sebastián Capurro