Una sala bastante despoblada apreció el trabajo de Eleonora Cassano y su ballet, el pasado sábado en el Teatro Verdi.
Con sólo un tercio de las filas ocupadas, la función local de la gira de despedida de la eximia bailarina quedó algo deslucida.
"Carmen" de Bizet y "Entre tangos y milongas" fueron las dos partes del espectáculo "¡Chapeau!" que se ofreció para un público que pese a su pequeñez, dejó la sala satisfecho con la entrega artística.
Con coreografía de Alberto Alonso y vestuario de Renata Schussheim, Cassano dio vida a Carmen, una sensual cigarrera, que enamora primero al soldado Don José (interpretado por el ruso Víctor Filimonov), a quien luego abandona por un torero.
En uno de los más curiosos cuadros, los artistas danzan sentados en pequeños bancos, mientras taconean y baten palmas.
La segunda parte está plena de estampas porteñas, y de una coreografía poco apartada del estilo clásico del tango. Tampoco está exento el humor, generalmente orientado a ridiculizar el papel masculino.
La célebre bailarina demuestra una intacta elasticidad, acompañada por una docena de colegas que no desentonan. Entre ellos, el veterano Filimonov, poseedor de una vasta trayectoria por los escenarios de todo el mundo y en especial del país, donde recaló en 1997.
A diferencia de otras localidades, donde el público desbordó las salas, Villa María no saludó a Cassano en su adiós a las tablas. Tal vez haya influido el precio de las entradas.

Juan Carlos Seia