Escribe: Fabio Morisetti

Tres puntos de oro conquistó Unión Central en Arroyo Cabral. El equipo que dirige Néstor Vicario superó justicieramente a Rivadavia por dos a uno y se prendió entre los líderes. Con goles de Márquez y Damiani en contra, el “Aurinegro” pudo plasmar en el marcador una supremacía que reflejó lo acontecido en los 90 minutos de juego.
Todo pudo haber cambiado en el inicio mismo, cuando el árbitro Villalba amonestó a Delfino y en la jugada siguiente le cobró un técnico que hubiera significado la segunda amarilla. Sin embargo, no hubo tarjeta y al juez se le empezaron a ir las cosas de las manos.
A los nueve, Márquez encontró un centro y con un certero cabezazo abrió el marcador. Casi sin tiempo para lamentarse, Rivadavia sacó del medio y Cerutti, entrando por derecha, le rompió el arco a Sami Suárez para igualar.
A los 15, el palo derecho le negó el gol al cabezazo de Pérez y un minuto después Villalba se devoró un claro penal de Lazo para enardecer a la parcialidad visitante.
A los 24, un centro intrascendente encontró en la mala fortuna de Damiani la puerta para poner otra vez en ventaja a la visita.
Tuvo el empate el local a los 28, pero el arquero le ganó el duelo a Cerutti.
Así fue transcurriendo el tiempo, sin grandes emociones, porque Rivadavia no tenía ideas y Unión dejaba correr el reloj, cómodo con el marcador y el desarrollo del juego.
Ya en descuento, un grave error de Russo casi le permite a Sánchez ampliar diferencias, pero el delantero terminó errando el remate.
Al minuto de la segunda parte, Cerutti, anticipando en el primer palo, la tiró afuera. Parecía que empezaba la presión del “Verde”, pero ésta nunca llegó, porque fue alarmante la carencia de ideas que mostró.
Unión siguió marcando el ritmo de la mano de Delfino y no pasó sobresaltos prácticamente en todo el período, a tal punto que recién a los 42 minutos tuvo un momento de zozobra cuando a Santoni lo trabaron en el momento del disparo final.
Sólo el amor propio del “Verde” y la impericia de la visita de tres cuartos de cancha en adelante permitían mantener al local con vida, que iba e iba y siempre chocaba contra la firme defensa de los de Vicario.
En el segundo minuto adicionado, Delfino, a colocar, casi marca el tercero, pero la historia ya estaba escrita desde hacía rato.
Así, Unión Central festejó una victoria que le permite empezar el certamen de la mejor manera.

El árbitro

Pésimo partido de Gustavo Villalba. Se equivocó desde el inicio mismo, cuando debió expulsar a Delfino. Luego, obvió un claro penal de Lazo. Además, erró en casi todos los fallos y amonestó sin usar siempre la misma vara.

La figura

Martín Delfino manejó con acierto los hilos del vencedor. El “Patito”, con un trabajo quizás no muy vistoso, mantuvo siempre bien armado a Unión y se convirtió en una permanente salida en el mediocampo.