Escribe: Federico Gazzoli

Con una gran actuación de sus delanteros, Mauro Fuente (cuatro goles) y Ramiro Cortez (dos conquistas), Deportivo Argentino superó con notable claridad por 6-1 a River Plate.
La apertura del marcador se dio con polémica por un córner que el árbitro se equivocó en cobrar. Iba tan sólo un minuto de juego y en su primera aproximación al arco contrario los dirigidos por Christian Romero recibieron un regalo de Eduardo Rodríguez, quien convalidó un tiro de esquina a favor del “Lobo”, pese a que el balón nunca había atravesado la línea de meta.
En dicho envío, apareció el trabajo de laboratorio del elenco local. Es que, Claudio Díaz ejecutó, Ramiro Cortez peinó el esférico a la altura del primer palo (de espaldas al arco) y, por el segundo palo, entró Mauro Fuente con toda la portería a su disposición para empujar la pelota y señalar el 1 a 0. El gol enfureció a todo River que, inmediatamente después del “cachetazo” le recriminó al juez del encuentro la decisión de decretar el saque de esquina.
Luego de semejante comienzo todo fue de un dueño de casa que, a los cinco minutos, en la segunda situación de riesgo que generó, nuevamente volvió a festejar. Ramiro Cortez eludió a Angelo Winter dentro del área y con Jacobo Bachanini adelantado definió de derecha por encima del uno, en lo que significó el 2 a 0.
Con la ventaja de dos tantos en su poder, los de barrio Nicolás Avellaneda comenzaron a lucirse con la pelota y luego de generar varias situaciones de gol, a los 24 minutos se encontraron con el 3 a 0. En la medialuna Ramiro Cortez recibió de Díaz, de espaldas al arco, libre de marcas se acomodó y metió un derechazo bajo que ingresó pegado al palo derecho.
El 4 a 0 llegó cuando, en 39 minutos de juego, Francisco Igarzabal se proyectó por la izquierda, llegó hasta el fondo y metió un centro pasado para que Mauro Fuente baje el balón, defina de derecha y consiga su segunda conquista de la tarde.
En el único momento de la etapa inicial en la que el “Millonario” se animó a atacar con profundidad logró achicar la brecha en el tanteador. A cuatro minutos del final Ignacio Bomprezzi dejó a Emanuel Izaguirre cara a cara con Bazzani y “Cuchillo” definió de derecha por abajo del uno para lograr el descuento (4 a 1) con el que finalizaron los primeros 45 minutos.
Si ese descuento significó una inyección anímica para el elenco de Daniel Bachanini, sólo le duró cinco minutos, ya que en ese momento de la complementaria sólo pudo haber logrado acercarse un poco más a los goles de Argentino. Es que un tiro libre de Bomprezzi se estrelló en el poste izquierdo de la meta resguardada por Bazzani y después de eso los de barrio Almirante Brown jamás volvieron a generar preocupaciones sobre el arco local.
Lo que quedaba de partido sirvió para que Fuente termine de redondear su inolvidable jornada en la que se anotó nada más y nada menos que en cuatro oportunidades en la red. A los 25 minutos puso el 5 a 1 de cabeza por encima de la salida de Bachanini y a cinco del pitazo final consiguió su cuarto tanto entrando al área libre por el medio y empujando el balón con todo el arco a su merced, tras ser asistido por Ramiro Cortez.
Así, un Argentino renovado, con muchos pibes dentro de la cancha que suplantaron a los que hoy ya no están y a los que se encuentran imposibilitados de jugar, consiguió una importante victoria en el campeonato ante un pálido River que nunca ofreció resistencia alguna ante el poderío ofensivo del dueño de casa.

El árbitro

Regular arbitraje de Eduardo Rodríguez, que a pesar de no haber tenido grandes inconvenientes para llevar el contralor del encuentro, con tan solo un minuto de juego cometió un gravísimo error al darle a Argentino un córner en el que se generó el 1 a 0.

La figura

Mauro Fuente: tuvo otra de esas tardes a las que ya está acostumbrado, en las que le salieron todas. Estuvo siempre en el lugar indicado y en el momento justo para clavarle cuatro puñaladas al corazón de River. También fue muy bueno lo de su compañero de ataque Ramiro Cortez. En River se destacó Ignacio Bomprezzi por haber tenido siempre la voluntad de tratar de practicar un buen fútbol.