Los intendentes y funcionarios de 13 municipalidades del Departamento General San Martín, sin Villa María y Villa Nueva, trabajan en un proyecto de tratamiento de residuos sólidos urbanos.
La iniciativa está basada en un proyecto que surge en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) y que llega a la región a través de la secretaria de Gobierno municipal de Ticino, Liliana Ruestch.
"La idea es hacer un tratamiento regional, pero localizada en cada municipio, o sea, que cada uno se haga responsable de los residuos que genera", resumió la ingeniera Química ticinense.
Explicó que "la cantidad de residuos que generamos es inversamente proporcional a la responsabilidad que tengamos. Mientras más separemos, menos residuos vamos a enterrar. Por eso no estamos de acuerdo en hacer un vertedero regional, donde cada uno se saca de encima la basura que genera y todo va a parar a enterramiento".
El proyecto apunta que en la primera etapa, se realizaría la separación de residuos, "para recuperar la mayor cantidad posible. En Ticino ya estamos recuperando vidrios, plásticos, y ahora queremos avanzar en la recuperación de materia orgánica.
Así, lo que vaya a enterramiento controlado será la menor cantidad posible".
"La segunda etapa es la recuperación de esos materiales, a nivel regional, para lograr escala en cuanto a cantidad de materiales que se puedan recuperar", indicó, refiriéndose a la comercialización de estos materiales.

Una tonelada

"Lo que no se puede recuperar iría a enterramiento controlado, con todas las medidas y normas de cuidado del medio ambiente. Con la particularidad que se trata de pequeños enterramientos en cada localidad no vamos hacer prensado in situ sino ex situ, ya que lo que se entierra en forma controlada son cubos de densidad aproximadamente 1, lo que quiere decir que en un metro cuadrado podemos enterrar una tonelada de residuos", detalló Ruestch.
Afirmó que "eso va enfardado y dispuesto de la misma manera que se realizan los enterramientos controlados", Y al respecto señaló que los mismos se realizan "en zanjas impermeabilizadas, con control y retorno de lixiviados, y además luego se cubre con tierra. Los enterramientos controlados también se caracterizan porque no se utiliza maquinaria pesada".
Estos pequeños enterramientos, remarcó, "hacen posible que en poco espacio podamos tener capacidad para mucho tiempo. Por ejemplo: localidades de dos mil habitantes, en zanjeos poco profundos teniendo en cuenta el nivel de las napas (freáticas), de un metro, en una hectárea, tendríamos capacidad de enterramiento para 40 años. Sin tener enterramiento positivo, como ser el de Bower, que es una gran montaña". Vale mencionar que Ruestch dijo desconocer el predio villamariense que el municipio tiene concesionado la firma Innviron, donde la basura se observa en alto relieve.

Responsabilidad

"La idea es que cada localidad tenga su enterramiento y así se haga responsable de los residuos que genera. Mientras más conciencia tengamos de lo que generemos y separemos, más nos rendirá el espacio que tengamos para enterramiento", afirmó la ingeniera.
Avanzó en lo que hace a la inversión para esta iniciativa: "El prensado, como son cubos pequeños, pueden ser de entre 500 a 1.000 kilogramos, depende de la capacidad de las comunidades. Son prensas de bajo costo, por lo que proponemos hacer un proyecto integrado donde cada municipio adquiera su propia prensa, y por otra parte tener la maquinaria de zanjeo entre todos las localidades del Departamento".
"La prensa para los fardos no resultaría una gran inversión", dijo Ruestch, ya que se estima por debajo de los 50 mil pesos, por lo tanto se promueve en que cada Municipalidad.
"Esta inversión trataríamos de gestionarla ante Medio Ambiente, haciendo un proyecto conjunto para comprar las prensas", aclaró.

Logística

"Si bien no sería todos los días este prensado, ya que una comunidad de dos mil habitantes pueden estar prensando
una tonelada cada tres días (un cubo), que se hace en 20 minutos. O sea que cuando llega el camión de recolección se hace el cubo y se deposita en el predio y ahí termina el proceso. No es que necesitamos personal extra ni tiempo extra", esbozó la funcionaria.
Apuntó que "esta maquinaria podría estar cubriendo la necesidad de varias localidades, pero hay que tener en cuenta la logística de transporte de la misma, lo que es material de estudio todavía para el proyecto". "Si se aplicaría esta logística para el zanjeo, porque se trata de una máquina de gran porte: una retroexcabadora, que insumirá además mayor inversión, pero que atendería a todos", indicó.

Necesidad

"El proyecto surgió de la necesidad de solución de los municipios del Departamento", dejó en claro Ruestch.
Sobre quienes trabajarán mancomunadamente, puntualizó que "cada municipio va a nombrar a su representante (técnico o no)", además de la ingeniera Química Cristina Bologna (de la UNRC), un becario que estará realizando su trabajo final para la carrera de esa casa de Altos Estudios y Ruestch, en su doble rol.
En cuanto a la iniciativa, agregó que "particularmente estaba trabajando en la Universidad de Río Cuarto con la ingeniera Bologna, desde hace muchos años tratando de impulsar esta visión, pero siempre por cuestiones políticas se apuntaba a la maquinaria pesada, a los vertederos regionales, a los grandes proyectos... Creemos que esto es una solución alternativa que se puede implementar con muy poco, a muy bajo costo, a muy corto plazo y que nos va a llevar a solucionar este problema".