-¿Con la señorita Rosana Pizzi?
-“Sí, quién habla.”
-Le estamos hablando desde Presidencia de la Nación. Un momento, que le van a hablar.
Del otro lado del teléfono sonó un tango como antesala de la conversación. La docente se sonrojó. “Me puse colorada, no podía entenderlo”.
-Habla Cristina Fernández de Kirchner, la presidenta de la Nación (se presentó). Hola, Rosana, tengo tu cartita en la mano. Muchas gracias por los pancitos que me mandaste.
Era la mandataria de la República Argentina, que se comunicaba desde la Casa Rosada con una vivienda de barrio Florida, de Villa Nueva.
Rosana se encontraba sorprendida y feliz. De pronto, aquel cuadro que preparó para quien gobierna el país no sólo que había llegado a manos de su destinataria, sino que ésta “se había tomado el trabajo de llamarme para agradecerme”.
Rosana había ideado entregarle el cuadro por teleconferencia, cuando por esa vía Cristina Fernández inauguró las casas de barrio Florida realizadas por Cáritas con el aporte del Gobierno.
“No se pudo porque se decidió que hablaran tres personas nomás. Entonces me lo recibió personal de Protocolo. Le escribí, además, una carta sobre el arte”, contó ayer esta profesora de Arte en Artes Visuales a EL DIARIO, al que recibió en su vivienda.
“Los que trabajamos con el arte somos muy sensibles. Pasaron como dos meses de ese día y yo decía ‘qué embole, ni ahí que le importó’. Un día volvía de trabajar, cerca de las 13.30, y me sonó el teléfono. Eran de la Presidencia”, narró.
Fernández de Kirchner se confundió en ese momento y le agradeció, además, por unos panes que no habían sido enviados por Pizzi. La mandataria le leyó la carta escrita por la docente y le contó que se le había juntado con esos panes caseros.
Luego, le pidió la dirección, el correo electrónico y el Código Postal.
“Al ratito me llamaron los de Protocolo para confirmar esos datos y cuando entré a la computadora ya me habían enviado un e-mail”, contó a este matutino.
Desde el Gobierno le enviaron un sobre cuatro veces, pero el papel regresó a la Capital Federal porque no encontraban a alguien en la casa. Por eso le pidieron que tal día haya alguna persona que lo reciba, lo que finalmente hizo el albañil que estaba trabajando allí.
“No cualquiera recibe una carta de la presidenta”, le bromeó el cartero al trabajador de la construcción.
La misiva llegó días atrás aunque tiene fecha del 4 de julio pasado y está firmada por la titular del Ejecutivo Nacional.
“Estimada Rosana: no hay nada como hacer lo que uno ama. Pintar, en tu caso, es el mejor homenaje que podés hacerte a vos misma. ¡Y qué bueno que lo puedas hacer en tu casa! Gracias por tu carta y por el pan casero que me enviaste”, le escribió Cristina.
“Yo no soy de ningún partido político. No veo mucha tele, escucho mucha música, pero le doy gracias a Dios que tengo trabajo”, le confió a este medio.
Rosana, quien dicta clases en la cárcel local y tiene un taller para bebés y otro infanto-juvenil, sueña con vivir de esto, que es lo que le gusta, pero tiene otro trabajo para llegar a fin de mes.
“A Cristina la admiro porque es mujer. Pienso que para gobernar un país, o sea, gobernar para todos, no podés dejar conformes a todos”, afirmó.
@ Cómo es el cuadro que pintó la docente
El cuadro que llegó al despacho de la presidenta argentina es una pintura de Rosana Pizzi hecha al óleo.
“Hice una casa antigua de la ciudad, ubicada en la calle Comercio, y en el mismo se ve la cúpula de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario”, precisó a este matutino.
“Le agregué gente y perros, porque más allá de que Villa Nueva sea una ciudad, para mí es un gran barrio”, resaltó.
La profesora de Arte en Artes Visuales remarcó que “en este barrio los chicos juegan a la pelota en la calle o a la carrera con carretillas, sigue siendo el mismo que el de mi infancia, yo me críe en esta ciudad”. Por eso “quise representar algo bien de la localidad, una ciudad colonial”.
Pizzi reside en una de las viviendas construidas a través del plan de Cáritas Diocesana.
“Se administró tan bien el dinero que enviaron desde el Gobierno que hasta sobró plata y se hizo un salón”, recalcó la entrevistada.
“Algunos me dicen que es fuerte que la presidenta me haya llamado. Yo no caigo mucho, pero estoy muy contenta”, finalizó.