Sonia Paul es una docente del Instituto Manuel Belgrano que hasta el jueves pasado lucía su cabello largo y rubio. Hoy, cambió el look, como una modelo, no de tapa de revistas, sino una modelo de solidaridad, dado que donó su pelo para la campaña de la Fundación Vanesa Durán, a los fines de hacer pelucas para mejorar el ánimo y la autoestima de chicos que padecen cáncer y no se reconocen en esa imagen con cabezas calvas.
La idea prendió en ella a raíz de la información que leyó en un medio provincial. Se la trasmitió a su peluquera, Romina Mariani, de RM Peluquería, quien se ofreció solidariamente a cortar el pelo a todas las que deseaban colaborar.
“Con los cortes de 25 centímetros hago una trenza para que se conserve bien”, explicó Mariani.
Así como prendió la idea en la peluquera, Paul pensó que también podía llevarla a la escuela. Ni bien le contó a sus pares y a sus alumnas, hubo muchas que se ofrecieron.
“Yo pensé que las chicas iban a tener más recelo, por una cuestión de imagen. Pero no, muchísimas colaboraron”, dijo la docente.
Ayer, Romina fue a la escuela para terminar de cortar el cabello a todas las voluntarias y hoy envían los cortes a la Fundación en Córdoba capital. “El sábado trasladan todo lo recolectado en la provincia a San Juan, donde van a hacer las pelucas”, informó.
El cabello crecerá igual con el tiempo y la recompensa es saber que hay muchos chicos que van a mejorar su calidad de vida al verse renovados pese a su enfermedad.