Jacqueline Carrión se podría reencontrar hoy con sus hijos después de padecer días de terror.
La mujer, tal como informó EL DIARIO en la edición del martes, fue víctima de violencia por parte de su marido, Darío Vermi, quien estuvo detenido en la Comisaría de Villa María hasta ayer, cuando recuperó la libertad bajo fianza y bajo estrictas condiciones de conducta.
Pero lo peor fue que la esperaba a la salida del Hospital, donde se recuperó de las agresiones recibidas. Al regresar a James Craik, su localidad de origen, se encontró con la negativa de su suegra de devolverle los hijos menores de ocho y seis años (además tiene dos de 16 y 18 años).
Así fue que empezó una odisea para recuperarlos. Acompañada por referentes de las organizaciones que trabajan por los derechos de la mujer, fue a la Comisaría de James Craik, donde no tuvo respuesta.
El martes se hizo una pericia psicológica y el miércoles estuvo en los Tribunales de Villa María, prestando testimonio y ratificando las denuncias hechas oportunamente contra su marido.
Cabe señalar que en todo este tiempo no hubo ninguna disposición judicial que le quitara la tenencia de sus hijos.
Ayer, además, mantuvo comunicación permanente con autoridades de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), desde donde habrían asegurado que en la jornada de hoy darían la orden de restitución de los hijos a su madre.
Jacqueline Carrión relató a este medio las peripecias que le tocó vivir en los casi 20 años que lleva casada. Transcurrió su matrimonio en un clima de violencia y humillaciones.
Cansada de esa situación, le pidió el divorcio, lo que recrudeció las agresiones hasta que, según ella explicó, su esposo la obligó a ingerir un frasco de pastillas psiquiátricas que la intoxicaron dejándola en grave estado. Hoy quiere empezar de nuevo, con sus hijos y lejos de la violencia a la que se vio sometida.