A raíz del incremento de la inseguridad que se dio en el último tiempo, una periodista de EL DIARIO consultó a los propietarios de las armerías de Villa María para conocer si había aumentado la venta de armas para defensa personal, un recurso que suele disparar estas situaciones.
Por deporte
"La inseguridad es monstruosa en todo el país, pero no hubo un crecimiento de la venta de armas cortas o para defensa personal, sigue proliferando la venta de armas deportivas. Si bien se venden armas cortas, predomina la compra de carabinas o escopetas. Sigue vendiéndose el mismo porcentaje de armas para defensa personal que se vendía antes", asegura Carlos Cravarezza, de Armería San Huberto.
"Las ventas que se producen no se deben a la inseguridad, la gente compra para tener porque le gustan", agregó el comerciante.
De todas maneras, aclaró: "Nos gusta vender, pero nuestra armería tiene como criterio recomendar a quien la compre que tome conciencia de lo que tiene en sus manos, tanto él como su entorno familiar".
"El que compra un arma tiene que hacer, al menos una vez al mes, una práctica, si no se le recomienda que no la compre, que no gaste", indicó el armero.
Para adquirir un arma, una persona debe poseer la credencial de "legítimo usuario", que se obtiene después de cumplir con determinados requisitos, como antecedentes a nivel nacional, un estudio psiquiátrico y rendir condiciones de tiro precisamente en el Club Tiro Federal. Dicha credencial, que faculta a alguien a comprar un arma de cualquier calibre en todo el país, se renueva cada cinco años.
Coincidencia
"La mayoría de las armas que se venden son para deportes, muy pocas son para defensa personal", dice por su parte Roberto Vedelago, de la Armería Mayor, coincidiendo con Cravarezza.
Añadió que "muchas veces pasa que las personas que llegan manifestando que quieren un arma para defensa es porque el hecho que la hizo preocupar es muy reciente, pero después de un tiempo deja de pensar en el arma como una posibilidad para acrecentar su seguridad personal".
"Ha crecido el número de gente que consulta para comprar un arma porque entiende que con eso podría sentirse más seguro, pero no se venden más armas que antes porque la inseguridad creció", afirmó Vedelago.
Más delitos
No reparó en marcar que "sin duda la inseguridad creció, hay más hechos delictivos y no guardan proporción entre el daño que se le hace a la persona con lo que se le puede llegar a robar materialmente, pero eso no hizo que creciera la compra de armas como forma de prevención de estas acciones".
"Es importante tener en cuenta que resolver una situación valiéndose de un arma de fuego requiere de gran entrenamiento, preparación e idoneidad. Si no reúne esos requisitos, no conviene pensar que un arma soluciona problemas, al contrario, los acrecienta", remarcó Vedelago.
Y sostuvo que "quizá el que no está acostumbrado a usar armas de fuego piensa que manipular un arma es algo sencillo y es todo lo contrario, porque aun con la credencial hace falta un entrenamiento constante", indicó el especialista.
Finalmente, consideró que "la adquisición de armas está ligada también al poder adquisitivo de las personas".
Las armas más baratas son la escopeta de un caño, que cuesta 1.700 pesos y la pistola Bersa calibre 22, que ronda los 1.900 pesos, de ahí, para arriba hasta llegar a varios miles de pesos.
Sin incremento
La directora del Tiro Federal sostuvo que la práctica se realiza por deporte, destreza y hasta a modo de terapia
Con la misma inquietud, la cronista de EL DIARIO le consultó a la directora de tiro del Tiro Federal Villa María, Renata Cravarezza, si se había incrementado la práctica de tiro movida por la inseguridad.
"No se incrementó por eso, muchos van a practicar por deporte y para adquirir más destreza con el arma que están comprando", precisó la directiva.
Apuntó que "la mayoría usa la práctica de tiro como una terapia, los domingos a la mañana es un entorno familiar, generalmente", añade.
Al Tiro Federal pueden asistir quienes ya tengan la credencial de legítimo usuario o bien debe estar derivado de una armería para ganar práctica.
"La gente va al Tiro para adquirir más conocimiento. La idoneidad de tiro se hace en 20 ó 30 minutos, allí el instructor de turno da una clase oral y práctica. Normalmente a las personas les lleva entre tres y cuatro meses aprender, pero uno recomienda que sean consuetudinarios con la práctica", explicó Renata Cravarezza.
El Tiro Federal abre sábados y domingos, de 9 a 12 y de 15 a 20.