Una vecina de barrio Las Acacias de Villa María denunció penalmente a un funcionario de la Unidad Departamental General San Martín, a quien acusó de haber golpeado y amenazado a su hijo adolescente, e incluso aseguró que antes de la detención uno de los uniformados que intervino en el procedimiento efectuó varios disparos con su arma reglamentaria.
Liliana Alicia Reina concurrió el lunes a Tribunales para radicar la denuncia en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno, a cargo de Gustavo Atienza, y ayer se hizo presente en EL DIARIO para hacer público lo ocurrido apenas pasada la medianoche del domingo pasado.
Acompañada por miembros de la Comisión de Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales (VACAP), la mujer formalizó la denuncia en la Secretaría Oyola y ratificó el contenido de la misma al exponer el caso en la Redacción de este matutino.
Según Reina, el violento incidente se produjo alrededor de la 0.30 del lunes, cuando su hijo Ignacio iba caminando por calle Las Violetas, entre Demichelis y Los Abedules. Fue entonces cuando apareció un patrullero del Comando de Acción Preventiva, uno de cuyos ocupantes le dio la voz de alto.
Ante esta circunstancia, el joven se detuvo, pero otro muchacho que iba caminando detrás de él salió corriendo. Seguidamente, Ignacio fue interceptado por uno de los uniformados, “que comenzó a revisar de mal modo a mi hijo”, señaló la mujer, y producto de un forcejeo el menor cayó en la vereda de la casa de su tío Jorge Daniel Reina, hermano de la denunciante.
Contra la pared
“Nacho empezó a llamar a su tío y cuando Jorge salió vio que los policías le estaban dando la cabeza contra la pared”, añadió la progenitora tanto en la denuncia penal como en la conversación con un periodista de este medio.
Reina llegó al lugar unos minutos después, alertada por su hermana Leonor Alejandra, que también vive en el barrio, quien incluso le informó que previo a la detención de su sobrino escuchó cuatro o cinco disparos. Asimismo, al arribar a la casa de Jorge, encontró tirado en la cuneta el cargador del arma reglamentaria de uno de los policías, que al parecer se le cayó cuando se produjo el forcejeo con su hijo.
“Cuando llegué, a Nacho ya se lo habían llevado, supuestamente a la Comisaría”, relató la mujer, aunque aclaró que “después, mi hijo me contó que mientras estaba adentro del patrullero, un policía llamado Matías Lani le dijo a su compañero ‘pará acá que no aguanto más’ y el que manejaba el móvil se detuvo frente al Quebrachal, un negocio que vende maderas que está ubicado sobre avenida Colón, frente al Jockey Club”.
Más golpes
Siempre según el relato de la mujer, basado en los dichos de su hijo, cuando el patrullero se detuvo, Lani interrogó al muchacho sobre quién era la persona que se había escapado, a lo que Ignacio le respondió que no sabía, porque no iban caminando juntos.
“Fue ahí cuando Lani le empezó a dar trompadas en el rostro y lo tomó por el cuello, apretándolo y golpeándolo en la nariz y en un ojo”, relató Liliana Reina, luego de lo cual se lo llevaron a la dependencia policial de General Paz y San Juan.
Otras amenazas
La denunciante se hizo presente en la Comisaría para averiguar qué había sucedido con su hijo. Cuando estaba por llegar, recibió un llamado telefónico de su cuñada Claudia Beltrán, esposa de Jorge, quien le preguntó si había encontrado un cargador, ya que los policías la habían amenazado al señalarle que si no lo recuperaban “cuando la vieran en la calle le iban a cortar las piernas” (sic).
“Después de eso tuve miedo, pero igual entré a la Comisaría para hablar con el oficial (Lucas) Dagatti”, añadió Liliana Reina, para luego precisar que “en ese momento se presentó Diego Gallo, quien me dijo que si le devolvía el cargador, me entregaban a Nacho”.
Fue así que la mujer hizo entrega del cargador, aunque a su hijo recién lo liberaron cuatro horas más tarde, es decir alrededor de las 6 de la mañana del lunes. Previo a ello, los uniformados le hicieron firmar un papel en el que constaba que el muchacho estaba en buenas condiciones de salud, “pero cuando lo vi a Nacho -aclaró la mujer- estaba todo golpeado”.
Horas después, una vecina le sacó varias fotos al muchacho, en las que se observan hematomas en el ojo izquierdo y en el cuello, como así también el labio inferior hinchado, producto de los golpes y forcejeos a los que fue sometido.
Finalmente, Reina advirtió que si su hijo es víctima de un nuevo hecho de violencia como el descripto, responsabilizará directamente al mencionado Lani y a los demás funcionarios policiales que intervinieron directa o indirectamente en la arbitraria detención.