La ausencia de una testigo que la Defensa considera muy importante, obligó al camarista René Gandarillas a postergar la definición del juicio oral y público que se le sigue al comerciante Cipriano Luis Sarracini por la muerte de un joven empleado de su fábrica de muebles, en un accidente laboral ocurrido hace casi 10 años en la localidad de Chazón.
Para la jornada de ayer estaba previsto el comparendo de una ingeniera cordobesa que, semanas antes del trágico episodio, se encargaba de todo lo relacionado con la seguridad industrial de la carpintería.
La testigo, apellidada Spada, está actualmente radicada en España, pero como a fines de la semana pasada arribó al país para visitar a unos familiares en la capital provincial, el tribunal resolvió convocarla para que preste declaración como testigo nuevo.
Sin embargo, la ingeniera no vino a Villa María, por lo que el abogado Julio Monasterio, defensor de Sarracini, reiteró su pedido para que se la vuelva a citar.
Paralelamente, el letrado Richard Abrile, que patrocina a los padres de la víctima, constituidos en la causa como querellantes particulares, solicitó que se convoque a otros testigos y que también se incorpore una nueva prueba documental.
Ante estos requerimientos, el juez Gandarillas dispuso un cuarto intermedio hasta el jueves a las 15, a los efectos de que se diligencien las medidas procesales que correspondan para permitir que comparezcan los testigos.
Se estima que, de no producirse ningún cambio de último momento, el mismo jueves por la tarde se concluirá con la recepción de pruebas testimoniales y es muy probable que se pronuncien los alegatos.
De no ser así, las conclusiones del fiscal Horacio Vázquez y de los abogados que patrocinan a las partes se emitirán al día siguiente, jornada en la que también se estaría dictando sentencia.
Cabe recordar que Sarracini, de 62 años de edad, está imputado como presunto autor del delito de “homicidio culposo” por el accidente sufrido por Mauricio García, de 22, a primera hora de la mañana del 12 de noviembre de 2002 en la fábrica de muebles que posee el citado comerciante.
García fue aplastado por varios tablones de entre 25 y 30 kilos de peso cada uno y sufrió graves lesiones que le ocasionaron la muerte el 16 de diciembre del mismo año, mientras se encontraba internado en el Hospital Pasteur de Villa María.