"El motivo fundamental de realizar esta tarea es nuestro amor por la lectura y la escritura, más allá de las adversidades lógicas que el proyecto encierra para ser llevado a cabo. Cuando las sombras parecen ganarnos de mano, una luz tenue comienza a encenderse nuevamente y le damos crédito y confiamos en ella. Es como una brasa, una chispa que vuelve a encender el fuego que permanece en el interior", resumió Alicia, una de las promotoras de esta iniciativa.
Y explicó: "Decidimos emprender este viaje con la convicción de que aportamos un grano de arena en la inmensidad. En estos tiempos, como en todos los tiempos, urge la necesidad de convocar a los seres humanos desde la temprana niñez en torno a la ronda de narraciones orales y textos escritos que van surgiendo inesperadamente".
"Nuestros anhelos van dejando la mera ilusión al ver los logros que hablan de cambios de actitudes ante un libro. Ese libro se abre y con él se develan los misterios, o se crean nuevos enigmas que deben ser descubiertos con la llave de la pasión fervorosa por las letras", esbozó luego.
"Por eso hablamos de 'tribu literaria', por los encuentros elementales, sencillos pero a la vez profundos. Aspiramos transmitir la templanza de nuestros ancestros, que sabían mirar más allá de la superficie. Queremos dar fe de que se puede andar y desandar la magia; si es en grupo, en compañía, mucho mejor", añadió.
Un poco de historia
El taller literario nació el 4 de mayo de 1999. Funcionaba en forma particular en la casa de la familia Cacciavillani, de Ballesteros. Las coordinadoras eran Gabriela Cáceres y Alicia Giordanino.
En sus comienzos iban niños y adultos, luego se transformó en un lugar único para adultos mayores.
Con el tiempo Gabriela dejó su tarea y quedó a cargo de la dirección Alicia; aunque la profesora Cáceres siempre continuó avalando el proyecto.
A partir del año 2004 comenzó a funcionar con el apoyo municipal por iniciativa de Gustavo Ré, quien estaba a cargo de la Dirección de Cultura. Esto significó que los alumnos dejaran de pagar la cuota mensual y hubo un incremento de participantes.
La tarea del taller consiste primordialmente en la lectura y comentario de textos diversos. "Creamos un pequeño panel donde cada uno aporta sus opiniones personales, las cuales son confrontadas en el grupo. A partir de allí, nacen las creaciones, o sea la escritura propiamente dicha que cada integrante se permite en un ámbito de libertad de expresión", contó Alicia.
Agregó que "en ocasiones hemos incursionado en los establecimientos educativos llevando lecturas acordes a la edad del oyente. Creemos en la narración oral, en la transmisión de la cultura de los pueblos y queremos preservar el patrimonio de nuestra localidad".
Tuvieron la oportunidad de "realizar un libro colectivo, en el programa del Gobierno provincial denominado: Historias Populares Cordobesas. Hicimos el libro entre todos y eso fue gratificante".
"Hay alumnos que han hecho publicaciones propias y otros que piensan hacerlo en un futuro inmediato, de acuerdo a las posibilidades", especificó.
Y detalló: "También hemos divulgado revistas y folletines de nuestra propia autoría e impresión, con motivo del aniversario del pueblo, homenajes a escritores fallecidos, fiestas de fin de año y otros eventos. Concurrimos a la Feria del libro de Villa María y esperamos poder visitar próximamente la Medioteca de dicha ciudad".
Realizamos una suelta de globos los cuales incluían poemas y otras creaciones de los integrantes. En el corriente año intentamos llevar a cabo la Bibliomóvil a través de la cual repartimos libros entre los habitantes del pueblo como una forma de difusión de la lectura.
Rincón especial
A partir del año 2009 comenzó a funcionar en forma espontánea el taller literario para niños por iniciativa de Ana Judith Formica quien llevó a sus nietos y amigos de ellos a escuchar cuentos. La cadena no tardó en producirse y en la actualidad contamos con tres grupos definidos: niños, adolescentes y adultos. Las clases son quincenales con una hora de duración para cada turno. Contamos con alrededor de treinta alumnos entre los tres grupos (en su mayoría, niños). Teniendo en cuenta que Ballesteros es un pueblo pequeño, creemos que es un número importante de participantes.
El valor de este proyecto se traduce en el avance de los niños que llegaron al taller a través del efecto dominó. Un amigo llevó a otro y otro a otro. Leer para ellos es mágico y atractivo porque trasciende las fronteras de las exigencias impuestas. Se puede leer en una mesa, sentado en el piso o en el césped. No hay normas estrictas, cada uno va encontrando su punto de agrado. Se puede reír y llorar con un libro en la mano. Se lee en cadena de voces. Un libro es un amigo, los chicos de este pueblo lo saben.
El taller comenzó a cobrar vida propia y ya tiene su lugar en la comunidad. Luego de varios intentos, en la actualidad, estamos hablando de permanencia en el tiempo, lo que indica un aspecto alentador. Cualquier niño al que le gusta leer o escribir se acerca a ese ambiente cultural. Algunos padres consultan si sus hijos con problemas de lecto-escritura, pueden concurrir y se les aclara que el taller es justamente un lugar de distención, más allá de lo áulico, pero pueden presenciar los encuentros y luego se verán los resultados. En casos puntuales, a través del juego, se logra el éxito. El proceso es lento y requiere paciencia, tanto del educador como del educando. No hay especulaciones, simplemente se deja actuar y ver. Justamente en la libertad de acción, está el mejoramiento.
Otro aspecto a evaluar es su “carácter gratuito”. Es increíble cómo los padres a veces sienten que si pagan un cierto dinero mensual por sus hijos, tienen asegurada una educación óptima y en buenas manos. En nuestro caso, la Municipalidad posibilita la concurrencia masiva de niños al lugar y eso a su vez, es un logro para que el espacio esté abierto a todos y no a unos pocos. Venciendo los prejuicios, la asistencia abarca todas las clases sociales y esto ayuda a liberar ataduras y compartir un momento saludable intercambiando experiencias e historias de vida.
"Enseñamos y aprendemos. Leemos porque los libros fueron escritos para ser recreados en cada nueva lectura. Acercarnos a un libro es evolucionar y dar continuidad a una existencia más feliz", finalizó su relato Alicia.