Doña Jovita anunció que estaba enamorada o “encachilada”, para hablar correctamente en la verba criollesca. Bajo esa premisa inicial de “flechazo” en los maduros años de la adultez, el espectáculo montado el sábado pasado en el Teatro Verdi por el genial actor cordobés José Luis Serrano, se desarrolló toda la puesta narrativa.
La misma que se paseó por los carrilles habituales de la comedia blanca con pizcas de humor absurdo y pintura costumbrista de Traslasierra.
A pesar de que el público no acompañó en demasía a la adorable “viejita” (284 espectadores, según datos oficiales), el asistente pudo comprobar el mérito puesto por Serrano en la obstinada decisión de continuar con el perfil cómico y el mismo formato de show, a pesar del paso de los años y de los cambios en los gustos de las audiencias.