María Laura Oviedo es una luchadora. Pudo capear adversidades, como cuando a su mamá le diagnosticaron cáncer y lograron salir adelante después de tres años.
Nunca pensó que algo tan mínimo, como lo que ocurrió el 5 de enero de este año, iba a ser una de las experiencias más difíciles de su vida.
“Ese día estaba tendiendo ropa, una malla, me doblé el pie y me caí”, relató Oviedo a EL DIARIO. El punzante dolor y la advertencia de su hermano que le pidió que no se moviera le hizo ver que la caída no era tan simple. “Tenía el tobillo afuera, salido totalmente de lugar y los médicos me diagnosticaron una luxufractura”, dijo.
Debía ponerse una prótesis y mientras tanto una férula le contenía el pie para que no lo moviera. “Con tanta mala suerte que la férula apretada hizo que se me hinchara el pie y se acumulara líquido, lo que motivó que me tuvieran que operar de urgencia”, relató.
En esa primera operación, los vecinos dijeron presente. “Hicieron dos polladas y logramos reunir los 6.800 pesos necesarios para la prótesis”, dijo.
“El Ministerio de Salud te envía prótesis, pero si bien te dicen que en unos días va a estar, en la práctica, esos días se convierten en meses y yo no quiero quedarme postrada. Quiero volver a caminar”, agregó.
Gracias a la solidaridad de los vecinos se pudo hacer en el Pasteur, y en tiempo y forma, esa operación. Pero cuando comenzó la rehabilitación notaba que los dolores aumentaban.
“Me fui a Córdoba para tener otra opinión y ahí me dijeron que en la rehabilitación se había producido una fractura de tibia. No lo podía creer”, dijo, ya con lágrimas en los ojos desde el sillón donde pasa recostada sus días.
En la capital le dijeron que había que buscar las razones de las quebraduras, por lo que se hizo una serie de exámenes en esta ciudad y el diagnóstico fue terminante: osteoporosis. “Tengo 38 años y nunca pensé que me tocaría esto. Pero me afectó todos los huesos de las piernas, la cadera y también los de la columna”, recordó. ¿Las causas? Varias. “Yo corrí siempre, tenía dos trabajos, mi mamá enferma. La verdad, no me preocupaba demasiado por la alimentación”, dijo. La otra razón es que, como alérgica, los médicos le inyectaron repetidamente decadrón “que ahora me entero es una de las causas de la osteoporosis”.
El futuro
Con los clavos saliendo del tobillo, María Laura debe someterse a una intervención quirúrgica la semana próxima. “El lunes me dijeron los médicos que no puedo esperar más. Si no me opero pronto, el clavo va a salir afuera, lastimando la piel”, indicaron.
Ahora, ya con el diagnóstico de osteoporosis, van a colocarle una prótesis adecuada para que “prenda”, como ella explica, en su organismo y no ocurra como en el primer caso. El costo de esta nueva prótesis es de 7.600 pesos.
Solidaridad
Así como en esa primera operación los vecinos dieron una mano, en ésta también se suman ayudas solidarias.
Uno de los que colaborará es Oscar “Negro” Páez, que ofrecerá un show con otros artistas (ver recuadro Show solidario) en el salón de la Parroquia de Lourdes, a total beneficio de María Laura.
“Los médicos me dan esperanza. Me estoy tratando por la osteoporosis con calcio, fijador de calcio y alimentándome bien, aunque con cuidado, porque me dijeron que no puedo engordar ni un gramo”, señaló.
María Laura es maestra especial. En el año 2011 estaba trabajando en un programa del Ministerio de Educación como docente integradora. “Hicimos muy lindos trabajos en la escuela Juana Manso, acompañando a los padres. Siempre hacía trámites para otros, en el Hospital, en el Profesorado, en todos lados y hoy no puedo moverme para hacerlos para mí. Cuando los padres me decían que no había remise que llevaran sillas de ruedas no lo podía creer. Hoy lo compruebo, hay uno solo que te lleva. Es increíble”, concluyó.