Zahir Etrat, de un año y dos meses, padece rigidez en sus miembros, no tiene tonicidad muscular y recurre a movimientos espasmódicos debido a la pequeña lesión cerebral descubierta tiempo después de nacer.
Sus padres, Gisela Cardozo (28 años) y Maximiliano Etrat (26 años), comenzaron desesperadamente a buscar solución a sus problemas, consultando a diversos especialistas.
Más allá de que el pequeño Zahir es revisado frecuentemente por el pediatra Mario Pagliero y el neurólogo Javier Ninzuaid de Córdoba, Gisela decidió conectarse con Marisa Carrillo, madre de Joaquín Chanquía, para interiorizarse en el tratamiento de implantación de células que le realizaran a su pequeño en China.
"Apenas nació -recordó Gisela- Zahir tuvo hiperbilirrubina, por lo cual debió pasar en la incubadora durante once días en el Sanatorio Allende de Córdoba, para luego recibir estimulación temprana. Respecto a la lesión hay que decir que no se observaba en los primeros estudios porque era muy pequeña", añadió.
Por el momento, Gisela ha enviado a las clínicas de China toda la documentación necesaria para que evalúen el caso de su hijo y le ofrezcan una pronta respuesta.
Simultáneamente ha iniciado una campaña solidaria de recolección de tapitas para receptar los fondos que le depararán tanto el traslado como la estadía, los estudios y el pos tratamiento. La cruzada, por el momento, se centraliza en el domicilio de Gisela, en Arturo M. Bas 977 de barrio Las Playas, donde también atiende un almacén y cuida a su hija de 3 años. El teléfono de contacto es 4536392. El Facebook es "Zahir Etrat-Gisela Cardozo" y el grupo "La sonrisa de Zahir".
De los internos de la cárcel
Por otro lado, un grupo de internos del Pabellón 7 del Servicio Penitenciario Nº 5 de nuestra ciudad envió a nuestra Redacción una carta dedicada a los padres de Zahir, a fin de sumarse a la campaña.
"Les hacemos saber que desde hace quince días nos hemos sumado a la colecta de tapitas de plástico. Todo empezó por iniciativa de los internos Roberto Casas, Walter Tabares y Martín Caballero, que fueron contagiando a los otros pabellones para que se pudieran sumar a la colecta.
Nos gustaría tomar contacto con la familia para transmitirles nuestras fuerzas y decirles que todos ayudaremos a poner un escalón más para llegar al objetivo.
Cuando la familia crea correspondiente va a poder venir al Servicio Penitenciario a retirar todo lo que se ha recolectado, como así también le entregaremos algunos obsequios para Zahir.
Esperamos una pronta respuesta y entre todos cumplir con la meta lo antes posible. Desde nuestra humildad queremos regalarles estas palabras. 'No hay victoria sin lucha'."