El colectivo de travestis y transexuales suele ser el más vulnerado dentro de las minorías sexuales. Por eso, muchas de ellas terminan en la prostitución y en la vida en la calle, exponiéndose a distintos riesgos.
Algo ha comenzado a cambiar en la sociedad. La Ley de Identidad de Género les abrió las puertas a muchos para la inclusión, pero hace falta más.
Fanny Bustos es uno de los casos emblemáticos de que se puede cambiar: “Yo estoy feliz. La verdad, mejor no puedo estar. Durante varios años estuve en la prostitución, vivía en un hotel y la pasaba mal. Conocí otra vida. Lo esencial fue animarme a verme con otro porvenir, a no sentirme menos que los demás y a empezar a cambiar todo eso”, declaró ayer a EL DIARIO.
En el cementerio La Piedad de Villa María, ayer dialogó con este matutino. Hace un mes comenzó a trabajar en la Cooperativa 7 de Febrero, la que separa y recicla la basura de la ciudad.
Precisamente para esta organización de economía social es que realiza tareas de limpieza en el camposanto municipal.
“Estoy muy agradecida a Marcela Durán, la presidenta de la Cooperativa, por haberme dado esta oportunidad. Y las compañeras me recibieron más que bien. Me siento muy a gusto”, aseguró. Dos mujeres trabajan con ella en el lugar.
Fanny cumple tareas los lunes, miércoles y viernes de 8 a 12. Este último miércoles recibió el Documento Nacional de Identidad en donde se plasmó su nombre y su identidad, como siempre se ha sentido: mujer.
“Este es mi primer trabajo formal. Por eso le estoy tan agradecida a Marcela y también a Irma Carrizo (la coordinadora del Espacio INCAA que viene militando desde hace varios años por los derechos de las minorías sexuales), que a hecho mucho por todas nosotras. Irma me cambió la cabeza, me hizo ver que había otro futuro para mí más allá de la prostitución. Me modificó la mirada”, manifestó.
Hasta ahora, el Estado municipal le había dado un importante espacio a la comunidad homosexual y trans, pero faltaba que la faz privada comenzara a incluir en el mundo laboral. La Cooperativa es la primera que abrió las puertas. Se espera que otras empresas la imiten. “Muchas veces terminamos en la calle porque no nos dan trabajo y porque también solemos menospreciarnos y no buscamos empleo. Hay que saber que tenemos los mismos derechos que todos y que somos iguales”, concluyó Fanny.
Un proyecto que espera
Como se sabe, recientemente la Cooperativa presidida por Marcela Durán propuso realizar el enterramiento de basura en el vertedero controlado, algo que actualmente realiza (con muchas críticas) Innviron. Esto generaría más fuentes de trabajo, empleando a cartoneros, por ejemplo.