La Escuela Joaquín V. González de Luca llevó a cabo su Feria de Ciencias, con tres proyectos del que participaron los seis grados del establecimiento.
Primer y segundo grado lo hicieron con “Las plantas también se alimentan”, tercero y cuarto abordaron “Reciciencia” y quinto y sexto estudiaron “Tu plaza, mi plaza, nuestra plaza”.
Con esas premisas, indagaron y se plantearon junto a las docentes hipótesis, la investigación y llegaron a diversas conclusiones que compartieron el miércoles con los demás compañeros, padres y familiares que visitaron la institución educativa.
Reciclar
El proyecto fue presentado por Tomás, Adriana, Jeremy y Walter a un cronista de EL DIARIO, aclarando en primer lugar que residuo no es lo mismo que basura. Indagaron sobre cómo disminuir la cantidad que se genera y, para ello, acudieron a enciclopedias, manuales, Internet (con las netbooks facilitadas desde el Estado), revistas y entrevistas a otros alumnos, papás, mamás. Indicaron que se puede separar en orgánicos e inorgánicos, hacer con los primeros un compost y por otra parte reciclar los tetra pack, las bolsitas, botellas y papeles. Por ejemplo, con estos elementos, los niños se las ingeniaron para componer, recuperar (reciclar) de manera casera pero que también puede hacerse en escala industrial, expresaron, diferentes objetos. Así, ofrecieron con entusiasmo los señaladores y tapas para carpetas de diversos colores.
Los pequeños
Los alumnos de primer y segundo grado explicaron al periodista el proceso de fotosíntesis. Ulises y Lucía contaron cómo trabajaron estudiando los seres vivos, que las plantas se alimentan tomando agua a través de las raíces y que “estuvo lindo trabajar todos juntos”.
Nuestra plaza
El proyecto emprendido por los “más grandes”, llegó a la plaza y a manifestar el deseo de una fuente para ese sector parquizado. Es más, se entrevistaron con el intendente para plantear la inquietud.
Diego y Lucio mostraron los distintos significados que fue adquiriendo ese espacio público en la historia, pasando desde los combates en la arena romana “donde se mataba gente, a las transformaciones” de la misma plaza en el pueblo donde viven. Es que en tiempos no muy remotos, contaron, “la plaza estaba llena de árboles”, después se fueron sacando y poniendo flores”. “Hoy, es un lugar para compartir, tomar mate, divertirse jugando a las escondidas y otros juegos.” Además, narraron que “el mástil que tiene se lo regalaron de la Fábrica Militar de Villa María” y la señalaron como “el corazón del pueblo”.
Es con esos argumentos, en parte, que propusieron se construya una fuente, pero como respuesta obtuvieron que era muy costoso y que “cada localidad tiene la plaza que económicamente puede tener”. De todas maneras, vale marcar que la fuente es la ilusión de los pibes para su plaza.
LAS FOTOGRAFIAS:
2) Primer y segundo grado, con su stand sobre la alimentación de las plantas
3) Los pibes de quinto y sexto grado no se guardaron la ilusión y lo expresaron en su proyecto de Ciencias. Una fuente en la plaza ya es una expresión de deseo