Diego Beletti ayer recibió un llamado que sin dudas puede marcar un antes y un después en su vida deportiva, o al menos marcarla con un sello de fuego, por orgullo y emoción de estar en la lista de jugadores convocados que participarán de la última concentración previa al Sudamericano M20 que se disputará en Villa María.
El tercera línea villamariense de San Martín entrenaba intensamente, buscando la puesta a punto, luego de estar lesionado durante más de dos meses y medio, con la desazón de, seguramente, no poder quedar dentro de la lista definitiva que jugará el Sudamericano.
“La convocatoria me tomó por sorpresa. Estoy muy contento con este llamado que fue inesperado. Venía de estar dos meses parado, tuve una fisura en la tibia. Yo venía trabajando en este proceso de selección y fue un golpe anímico muy fuerte. Estaba muy bien físicamente, me sentía muy bien y tuve que parar”, contó a EL DIARIO, el “octavo” del Sanmar.
Tal vez por eso emocionó más a sus compañeros de equipo, amigos y a los simpatizantes del “Tricolor”, que rápidamente explotaron el muro de su perfil de la red social Facebook.
Nacido el 1 de marzo de 1993 en esta ciudad, Diego mide 1,86 metros y pesa 101 kilos. Actualmente estudia el primer año en Administración Rural y al mismo tiempo juega en la Primera División del mismo equipo que comenzó a jugar a los ocho años. “Empecé a jugar en el club con ocho años, me llevaron mis hermanos, que son más grandes que yo. Y toda mi vida jugué rugby. En el colegio San Antonio jugué handbol, pero el rugby es parte de mi vida”, contó Diego.
“Ultimamente venía trabajando duro en el gimnasio, corriendo, haciendo una buena rehabilitación con fisioterapia. Tengo el tobillo ya en condiciones para exigirlo. Voy con muchas ilusiones a esta concentración en Mendoza”, relató el juvenil jugador.
“No todos los días se juega un Campeonato Sudamericano en el club de uno y si tengo suerte, voy a tener el honor de jugarlo, con ese plus que me da jugar en mi casa, en mi club, es un sueño poder hacerlo y nada menos que con la camiseta de la selección nacional. Sería un orgullo inmenso poder lograrlo”, cuenta emocionado.
Alcanzar esta instancia de estar a sólo un paso de poder estar en la lista definitiva tiene varios antecedentes en la ciudad, pero es el primer jugador de San Martín. Anteriormente fue Maximiliano Da Ros, quien estuvo muy cerca de jugar un Sudamericano M19.
“Soy uno de los jugadores de San Martín que más lejos he llegado, por suerte se me dio a mí. Es un orgullo poder haber llegado hasta acá. Por la concentración en Mendoza me perderé el clásico, tengo que jugar, seguramente, el miércoles contra Chile y mi entrenador de la selección me recomendó no jugar, que me cuide”, señaló.
“Para colmo hace como dos años que no jugamos el clásico en nuestra cancha. Hace bastante que no se da. Es un sabor amargo no jugarlo. Voy a tratar de sacarme esa amargura poniendo todo para el partido del miércoles. Yo siento que me falta un poco de ritmo, hace varias semanas que no juego, pero he trabajado mucho para rehabilitarme bien, haciendo gimnasio, bicicleta, corriendo, con mi fisioterapeuta. Yo nunca paré de entrenar, sólo necesito minutos de juego”, contó.
Sin dudas, que lleguen a esta instancia dos jugadores del mismo lugar donde se jugará el Sudamericano, con la enorme chance de poder quedar en la lista definitiva, es una motivación extra. Al respecto, Diego comentó que “ojalá que pueda pesar ser local a la hora del cierre de la lista”.
Sobre sus comienzos relató: “Jugué desde los ocho años. Fui back hasta llegar a M15 y ahora soy octavo”.
En cuanto a si le gusta seguir los partidos por vídeo o televisión, observar a los que juegan en su puesto, Diego comentó que “siempre observo a los jugadores internacionales. Me gusta mucho Juan Martín Fernández Lobbe. Me gusta su juego. Tiene todas las características de un tercera línea. También me gusta Leguizamón, me gusta su estilo. De ambos trato de copiar algunas de sus técnicas”, finalizó.