Una polémica inesperada que surgió cuando el sacerdote de Oliva, Mariano Pérez, dijo a los fieles que asisten a misa, que la plaza del pueblo, la que está enfrente de la iglesia, está sobre un terreno donado al Obispado por la familia Visca. Y agregó que nunca fue cedida formalmente a la Municipalidad.
De esta manera, quedó planteado un panorama en el que la plaza General Paz, no sería del pueblo, sino de la Curia.
La polémica se suscitó a raíz de un trabajo que está realizando la Comisión de la Navidad Gaucha, un tradicional festejo de la ciudad que este año cumple las Bodas de Oro.
Una de las iniciativas que tuvo apoyo de la Municipalidad fue la de reformular el escenario, para adaptarlo a un gran festejo, con vestuarios incluidos.
Para ello, programaron extraer un ceibo y dos palmeras que, si bien no son ejemplares autóctonos de la región, tienen una larga historia que da identidad a la plaza. Además, plantarían ocho palmeras de importante tamaño para remplazar los ejemplares que faltan.
Sin embargo, el sacerdote Pérez no se conformó con la promesa e hizo parar las obras que ya habían iniciado. La Municipalidad decidirá la semana próxima si continúa o no con el proyecto.
“Esperamos unos días por respeto a la institución eclesial y porque no queremos conflictos”, dijo Orieta Pérez, presidenta del Concejo Deliberante de Oliva.
“Para ello, el viernes último, convocamos al padre Mariano al Concejo Deliberante para hablar con él y explicarle el proyecto que surgió de las comisiones que vienen trabajando para los 50 años de la Navidad Gaucha, y que están integradas, entre otros, por la ‘Negra’ (Beatriz) Borgna y Roberto Rossi, que son los que empezaron a hacer la Navidad Gaucha junto al Padre (Roberto) Larrocca”, informó.
Tras la reunión, el sacerdote dijo que pensaría la respuesta y la daría a conocer en los próximos días.
“Si bien él usa como argumento esa escritura, nosotros creemos que, de tener que dirimir el tema jurídicamente, no va a prosperar esa pretensión, porque hace años que está afectada a uso público. Es como reclamar la propiedad de una calle. De todas maneras, no creo que la Iglesia quiera llegar a esa instancia”, agregó la edil.
Esta semana, en la Municipalidad tomarán la decisión de abandonar o posponer el proyecto; de trasladar la Navidad Gaucha a otro lugar o de seguir adelante con la iniciativa y el apoyo de las comisiones integradas por representantes de las fuerzas vivas de la ciudad.
La historia
La Navidad Gaucha de Oliva es un festival único en su tipo. El impulsor fue Roberto Larocca, quien fue designado párroco de la ciudad en 1961. El propuso hacer un homenaje a “Jesús recién nacido y a la Santísima Trinidad, pero al estilo gauchesco, utilizando como base el Evangelio criollo de Amado Anzi, que toma los cuatro Evangelios pero traspasados a la voz y al pensamiento de nuestros gauchos”, indican en los textos de presentación del festejo.
Así, desde el año 1962, se concreta esta festividad que inicia con el desfile de gauchos y sigue con una coreografía que representa el nacimiento con una María paisana y un José gaucho, que cuidan al pequeño Jesús en un humilde rancho de paja.
Los interesados en conocer la historia, pueden visitar hoy, desde las 18, la muestra que se lleva a cabo en el Cenma de Oliva.
Lejos de aquella espiritualidad religiosa, se generó una polémica que partió desde el templo, precisamente, desde el mismo lugar en el que nació la idea de celebrar el nacimiento de Jesús con espíritu gaucho.