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Nicolás Boretti. El empresario valoró el aporte que le puede dar el sector agroalimentario a la industria. “La dificultad por la pérdida de competitividad”, el mayor problema |
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Las restricciones planteadas a la hora de importar generaron gran preocupación en el sector. Ante ello, EL DIARIO consultó a Nicolás Boretti, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de la Asociación Empresarios de la Región Centro Argentina (AERCA), quien sostuvo que algunos sectores de “las industrias han recibido con dificultades estas medidas en virtud de que los insumos, piezas y repuestos de herramientas que la misma industria requiere para producir, tienen afectado su ingreso al país”.
“Lo que más se limitó es el de bienes capitales”, es por ello que entiende que esta situación es un contrasentido, ya que “si queremos producir y exportar, esto (que se limita) es lo que nos va a permitir avanzar”.
Sin embargo, Boretti reconoció que “se pensó que el impacto podría ser mayor”, pero las empresas “se fueron acomodando para seguir adelante”.
La sustitución, a largo plazo
“El proceso de sustitución de importaciones no se da de un día para otro, lleva mucho tiempo, hay que especializarse”, sostuvo el funcionario y agregó que “incluso hay insumos que nunca vamos a poder dejar de importar, como en el caso del cobre, porque no los tenemos, no somos productores”.
La competitividad, la preocupación
Consultado sobre la mayor preocupación que presenta hoy el sector, y en concordancia con el resto de los actores entrevistados, Boretti dijo que “es la dificultad por la pérdida de competitividad en los mercados exteriores”.
Explicó que “la tasa de inflación que hemos tenido, con un dólar económico, hace que nuestros productos, a pesar de tener excelente calidad, sean difíciles de colocar en el mercado”.
En cuanto a las alternativas para recuperar la competitividad, manifestó que “el ajuste es una de las posibilidades y es algo que se viene haciendo paulatinamente. De a poco se modifica el tipo de cambio que de alguna manera, en una proyección a futuro, hará que tengamos una mejor situación”.
Sin embargo, sostuvo que desde el sector “aspiramos a que la competitividad no dependa del tipo de cambio, sino que sea por un aumento en escalas producidas y de mayor eficiencia”.
El ánimo, continuar trabajando
Respecto al crecimiento y las expectativas que hay en torno a ello, puntualizó que “el industrial local y regional apunta a futuro, estamos acostumbrados a escenarios de incertidumbres que permiten continuar trabajando”.
Reconoció que “si bien se desaceleraron algunos nuevos proyectos o nuevas inversiones, el estado de ánimo es continuar. No veo un escenario de crisis o desánimo, aunque sí con dificultades”, aseguró.
Además, destacó que “en términos generales, algunos indicadores como el valor de los commodities son favorables y dan cierto alivio”.
Por último, dijo que Argentina cuenta con “un gran potencial en lo que es producción y agregado de valor en lo agrícola”, por lo que entiende que “el sector agroalimentario tiene la oportunidad de convertir productos que hoy no se producen y que de a poco se van trabajando. El gran desafío es que sigamos siendo exportadores de agroalimentos, pero con valor agregado”.
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