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Desvelados, deambulando y arrojando monedas a la fuente de los deseos de poder. Así parecen marchar algunos dirigentes por el complejo territorio político del Siglo XXI.
Disputando liderazgos y favores, arman estructuras prefabricadas, sin cimientos y con rajaduras que desde el principio permiten presagiar un derrumbe.
Hoy, los tesoros del mapa de 2013 se encuentran en las bases y los intendentes son los principales receptores de un cúmulo de promesas que fundamentalmente pasan por el dinero que les permita continuar en carrera.
Precisamente, a un año de las elecciones legislativas, la pirámide de poder se va erigiendo con distintos núcleos que responden a puntas diferentes.
Días atrás, jefes comunales de sellos partidarios distintos, pero portando el emblema K, formaron la agrupación “unidos y organizados”.
¿Unidos? No es suficiente con declararse a favor del modelo nacional o popular para ser útil a la gestión de Cristina.
Y, hasta el momento, la mayoría de los improvisados intentos mediterráneos por construir una estructura que sostenga con bases fuertes, unión y organización, las propuestas de transformaciones encaradas en los últimos años han quedado a mitad de camino abortadas por intereses personales.
Pocos de los que ostentan responsabilidades dirigenciales han demostrado, en los últimos días, haber entendido el mensaje de la primera mandataria cuando dejó flotando entre la militancia la consigna “unidos y organizados”.
Siguen, creando “mesas promotoras” y llevando muchas fotos y pocos hechos.
Hay que caminar los barrios, estar con la gente, generar conciencia. ¿Cuántos lo hacen?
Muy pocos.
La movida del “Gallego” tras su enfrentamiento con la administración nacional incluye, también, a numerosos jefes comunales que necesitan de la cadena de favores de los funcionarios provinciales.
En esta disyuntiva están algunos titulares de comunas cordobesas que no quieren la confrontación.
De pronto, para los operadores que conocen los entretelones de la cocina justicialista, estas controversias son apenas una anécdota en la historia de un peronismo que, desde sus orígenes, siempre ha encontrado el camino para renovar sus votos con el pueblo.
Mientras el Gallego mueve sus piezas sin la dama y los intendentes se acomodan en el tablero, el radicalismo se organiza con la expectativa de “volver” a seducir a los cordobeses.
Pero, no logran en este presente de características especiales atraer la atención.
El discurso no se renovó y siguen apostando a banderas que por sí solas no llegan a convencer si no existe una gestión seria que las acompañe.
Y hoy, sus principales intendentes se muestran más cercanos al peronismo que gobierna que a su propio partido.
En estas nuevas claves de la inteligencia política, el oficialismo sigue manejando la agenda de temas y sorprendiendo a los opositores en discusiones estériles.
Casi como en una parodia, van cayendo en el juego. Un juego de palabras, acusaciones y defensas, que cada día le interesa menos a la gente, la verdadera e indiscutible base de la pirámide.
Sotto voce
Marche un plato de locro
Dirigentes peronistas y radicales olvidaron, por un momento, sus diferencias partidarias para compartir ideas y disfrutar de los manjares de la gastronomía con un chef de primera.
Fue el viernes por la noche en la sede del Club Almagro. Hasta el lugar ubicado en la ribera llegaron concejales y ex concejales que pasaron por la Casona de Pereira y Domínguez en los últimos veintinueve años.
Las invitaciones las cursó el presidente del Concejo Deliberante, José Escamilla, con la colaboración de Carlos Gagliano, con una consigna central: organizar una serie de actividades para conmemorar en 2013 los treinta años del regreso de la democracia.
Con la experta mano gastronómica del radical y ex edil Belman Paviolo se sirvió el locro y el asado que degustaron entre otros los boinas blancas Gustavo Lazzuri, Lucía Ballatore, Miguel Maceda, Magdalena de Ayassa.
En la cena de camaradería, además de concejales actuales, estuvieron Ana Becerra, José Torres, Marcelo Fita, Daniela Lucarelli y Rosa Cámpora, entre otros.
Los comensales recordaron viejos tiempos y sonrieron en varias oportunidades con las anécdotas más jugosas de la vida legislativa.
Sobre el final del encuentro hizo un vuelo rasante el intendente Eduardo Accastello, que también fue integrante del Concejo.
Habrá otras reuniones, según dijeron, y se elegirá a un responsable por cada mandato de 1983 a la fecha para planificar los festejos.
Aseguran que todos quedaron satisfechos con el momento compartido en un clima de amistad y sin disputas políticas.
Nuevas autoridades
“El radicalismo de Etruria tiene personas que pueden caminar por las calles de su pueblo dignamente, porque más allá de los errores que se pueden cometer en la gestión de gobierno, nadie puede señalarlos como que actuaron con mala intencionalidad o pensando en su propio futuro, sino en el de toda la comunidad que lo eligió”. Las palabras fueron dichas por el presidente del Comité Departamental Claudio Beletti a la hora de poner en funciones a las autoridades de dicho circuito.
En dicha ceremonia, realizada en Etruria, asumieron Daniel Fraccarolli en la Presidencia, secundado por Patricia Acevedo y Germán Chiavassa. Integran el órgano, además, Lidia Alanís, Raúl Eduardo Blanch, Liliana Bertone, Miguel Falco, Valeria Ruiz, José Cavallo, Antonella Marengo, Sergio Barbé, Laura Grosso, Antonio Pereyra, Marta Isabettini, Raúl Ariel Blanch, Carolina Contreras, Elvio Vico y Claudia Martínez.