La de ayer fue una jornada espectacular, ideal para observar deportes al aire libre. La cálida tarde villamariense permitió que todo el perímetro de la cancha estuviera colmado de público, disfrutando del partido más esperado de cada temporada.
Más de un millar y medio de simpatizantes, vivieron, disfrutaron y vibraron con el clásico local, que sigue siendo convocante, más allá de las realidades y los momentos por los que pueda atravesar cada uno de los protagonistas.
El derby del rugby local volvió a jugarse en cancha de los “tricolores”, luego de un par de temporadas que su rival prevalecía en el sorteo y se disputaba en territorio “hípico”.
En el marcador se repitió la historia de la última década, donde los “verdes” mantienen una larga racha victoriosa, que lo recuerda en cada cántico o palabra de su hinchada, cada vez que puede.