Asociación Española dio la sorpresa y superó con absoluta claridad a Rivadavia por dos a uno en Arroyo Cabral. El elenco “Gallego” fue superior de principio a fin y dominó el juego con mucha más comodidad que la que refleja el resultado final.
Los primeros 10 minutos marcaron una neta superioridad de la visita, que creó tres situaciones claras de gol. A los dos minutos, el cabezazo goleador de Peñaloza fue invalidado por offside, la misma vía usó luego Bello, pero Doñabeitía la sacó paradito en la línea. Y sobre los nueve, Valle le pegó mordido y Berardo pudo sacar el balón al córner.
A todo esto, el local lucía confundido, especialmente porque Barengo no aparecía y así no encontraba criterio a la hora de manejar el balón.
Hizo pie Rivadavia recién después del cuarto de hora, llegando incluso con un centro peligroso de Cerutti que rechazó Stéfani. Sin embargo, Española, pese a lucir más criterioso, perdió el claro control del juego porque ya no la agarraba Valle y la velocidad de Peñaloza parecía haber perdido gas.
A los 34, Bello se demoró en la definición, pero a los 42 Arce aprovechó la siesta de la defensa local en un centro para sacar un derechazo que dejó sin chances a Berardo y poner justicia en el marcador.
Rivadavia pareció salir con renovados bríos, pero sólo duró hasta los cinco minutos, incluyendo un remate desviado de Barengo. A partir de allí, todo volvió a ser lo de antes, incluso llegando por momentos a ser más evidente el dominio “gallego”.
A los siete, Bello remató cruzado y desviado, tres minutos después el mismo Bello se demoró y permitió el cruce salvador de Lazo.
Desesperado, Rivadavia intentaba crear algo de peligro, pero sólo pudo llegar a los 20 con Domínguez, que encontró la respuesta segura de Gavanín.
A los 24, Peñaloza no llegó ante un centro de Valle y ahí nomás Peñaloza tuvo revancha cuando Berardo lo bajó en el área y el delantero convirtió en gol el penal.
Parecía partido liquidado, pero Española dejó vivir a su rival y a los 39, en un descuido defensivo, Cerutti (que minutos antes había perdido en el mano a mano con el arquero) marcó de cabeza.
A partir de allí, Rivadavia fue y fue, con mucha vergüenza, pero ninguna idea. Apenas inquietó a los 41 con un nuevo desborde de Domínguez por derecha que Gavagnin conjuró con esfuerzo.
Asociación Española fue más que el local y sólo por esas cosas del fútbol terminó pidiendo la hora. Rivadavia deberá replantearse muchas cosas si quiere pelear arriba.
La figura
La claridad de Matías Valle y el peligro que generó Peñaloza fueron lo más importante de la victoria “gallega”. El volante manejó los hilos en ataque y el delantero, con velocidad e inteligencia, complicó mucho a la defensa rival.
El árbitro
Buen arbitraje en líneas generales de Pablo Echavarría, aunque no siempre manejó con criterio las amonestaciones.