El comisario inspector Luis Gervino, actualmente a cargo de la Unidad Departamental General San Martín en ausencia de su titular, sostuvo ayer, ante la consulta de EL DIARIO, que no está en condiciones de asegurar qué sucedió durante la madrugada del 29 de agosto pasado en un pabellón de detenidos de la Comisaría de Distrito de Villa María, en donde dos individuos fueron alojados por contravenciones.
“No puedo negar ni afirmar” lo que fue denunciado, expresó el funcionario policial, al tiempo que aclaró que “el caso está en manos del Tribunal de Conducta (organismo), que resolverá si ocurrió o no” el grave episodio que denunciaron Ramiro Ledesma (38) y un amigo llamado Andrés.
No obstante, Gervino afirmó que resulta “sospechoso” que se haya formulado esta denuncia pública, toda vez que “ningún policía va a querer tener problemas” con los alojados en el pabellón, “porque lo que prefiere es que todo esté en orden y tranquilo”.
La denuncia expuesta por Ledesma y su amigo se resume en que al menos uno de ellos fue agredido en el interior de un móvil policial, a la vez que el uniformado que los condujo a la celda les dijo a los otros presos que Andrés se encontraba allí porque era un violador, lo que motivó la violenta reacción de algunos de los arrestados.
@ Otra versión
En tanto, la versión oficial, relatada ayer por el comisario Gervino, señaló que “por un llamado” la Patrulla Preventiva “concurrió a la esquina de Pellegrini y Corrientes, donde se observó a dos personas mayores de edad, que muy exaltadas estaban doblando los carteles (nomencladores de calles)”.
El jefe policial apuntó que “un testigo que se hallaba en el lugar contó todo lo que había visto y coincide con todo lo que se ha expresado”, por lo que “se procedió a la identificación de los mismos”, ante lo cual “reaccionaron provocando un escándalo” y ante ello fueron trasladados a la sede policial.
Gervino aseguró que al ingresar a la sede de la Comisaría de Distrito “se les realizó la revisión médica, constatándose que tenían una alta halitosis alcohólica y no estaban lesionados”.
A renglón seguido, el comisario dijo que tanto Ledesma como su amigo “fueron conducidos hasta el pabellón (donde están las celdas) donde fueron alojados”.
Sin embargo, poco después, “se escuchó un tumulto o una pelea entre los detenidos”. Cuando “un guardia fue al lugar, los presos que ya se encontraban allí refirieron que los nuevos alojados habían orinado y golpearon el candado contra las rejas”.
Fue entonces que se decidió trasladar a Ledesma y su amigo hacia otro pabellón, hasta que a las dos (de la tarde), tras ser revisados por el médico, recuperaron la libertad”, dijo el jefe policial.
@ Siguen trabajando
Consultado el comisario Gervino acerca de la situación de los integrantes de la fuerza que son investigados por la denuncia de maltrato, señaló que “ahora hay que esperar que inicie la investigación el Tribunal de Conducta, de la misma manera que proseguirá su tarea el fiscal de Instrucción (Daniel) Del Vö”.
Mientras tanto, la totalidad de los policías que se encontraban de turno la noche de los hechos en la sede de la Comisaría de Distrito y que fueron denunciados por Ledesma y su amigo, “continúan cumpliendo sus funciones”, dijo el comisario inspector que remplaza ocasionalmente al titular de la Unidad, quien se encuentra con licencia.
“Será el Tribunal de Conducta el que decidirá finalmente si hay alguna responsabilidad por parte de los policías” en la supuesta agresión, afirmó Gervino, quien explicó que será precisamente este órgano de control el que decidirá si investigará a la totalidad del personal que se hallaba esa noche en la Comisaría, sólo a algunos o a ninguno”.