Entre el 5% y el 7% de los jóvenes de 25 a 34 años es hipertenso. El porcentaje es levemente menor en personas de 15 a 24, pero también representativo, afectando al 2% de este sector poblacional.
La gente se está haciendo hipertensa cada vez más joven. Si uno analiza cada grupo etario, notará que cada vez hay más hipertensos en cada uno ellos; en otras palabras, de a poco se va adelantando la hipertensión. Si un joven propenso a ser hipertenso a los 50 años, engorda mucho, a los 30 ó 35 años puede hacerse hipertenso antes.
@ Obesidad, sedentarismo y estrés
La obesidad y el sedentarismo están influyendo marcadamente en la edad en que aparece la hipertensión. El estrés también, pero es difícil medirlo y hablar de sus consecuencias. En cambio la obesidad está claramente en aumento y se sabe que sube la presión; tal es así que cuando un obeso baja de peso, inicialmente la presión se normaliza un tiempo, pero aun manteniéndose delgado tiene mucho riesgo de ser hipertenso más tardíamente.
Sí es oportuno aclarar que hay gente que no se va a hacer hipertensa jamás, por más obesa y sedentaria que sea, porque no tiene la genética para ser hipertensa. Ahora, en aquel joven que tiene genes para ser hipertenso, la obesidad, el sedentarismo y probablemente el estrés sirven de gatillo para esta afección. O sea, éstas no son causas en sí, sino factores que inician o agravan la hipertensión.
En los jóvenes genera mucha ansiedad este tema. Y si uno se pone a pensar, cinco de cada 100 personas de ese grupo etario en Argentina tiene hipertensión. Si uno suma, estamos hablando de una gran cantidad de individuos hipertensos. Entonces, no estamos frente a un fenómeno demasiado extraño y debemos cuidarnos en los hábitos, para que si hay genes hipertensivos en la familia logremos que la presión arterial se eleve lo más tardíamente posible.
@ Los riesgos de ser hipertensos a una edad temprana
La hipertensión va dañando las arterias lentamente. Si bien todo el mundo tiene miedo a los picos de hipertensión, es raro que eso le suceda a un joven con las arterias sanas.
El problema es que aun las presiones muy leves, en el tiempo van causando daño, entonces si la persona se hace hipertensa a los 30 años y no se cuida, puede tener problemas a una edad todavía temprana. Para ser más preciso, si el paciente tiene las arterias dañadas en el cerebro, puede darle un infarto de cerebro; si las arterias dañadas son en el corazón, se puede producir un ataque al corazón; y si el daño se da en los riñones, se puede ir a diálisis. Si se dañan todas, puede tener todos estos problemas.
Lo importante es saber que las consecuencias son a mediano plazo, no inmediatas. Por eso es importantísimo saber que uno es hipertenso y disminuir la presión, con medidas farmacológicas o no farmacológicas, pero tener una presión normal para que no se vayan dañando las arterias.
Hay muchos jóvenes que no saben que son hipertensos ya que esta afección, en general, es asintomática. Si no te tomás la presión, no te vas a enterar nunca de que estás con la presión alta. Si hay Hipertensión Arterial (HTA) en la familia, con más razón se deben tomar la presión arterial los jóvenes.
@ La clave: los hábitos de vida
Como decía anteriormente, la gente se está haciendo hipertensa más tempranamente y esto tiene que ver con los hábitos de vida: además del creciente sedentarismo y la obesidad, se consume mucha más sal que hace 50 años.
En este marco, lo ideal es la prevención. Comer muy poca sal, mantener un peso saludable, hacer mucha actividad física aeróbica y no fumar son medidas preventivas generales que todo el mundo debería aplicar para disminuir los niveles de presión arterial.
En los estadios iniciales de HTA, la presión no está elevada continuamente, sino “de a ratos”, por lo que en esa etapa uno puede normalizarla yendo al gimnasio, bajando el consumo de sal, adelgazando o “bajando un cambio”. Todas esas acciones ayudan a controlar la presión inicialmente. Después de un tiempo, pese a que se haga todo eso, la presión sube y se mantiene elevada en forma permanente.
En general, en edades tempranas, la mayoría de las personas pueden normalizar la presión durante un tiempo sólo a partir de cambios en los hábitos de vida. Pero hay gente joven muy hipertensa que aun en edades tempranas y aun teniendo hábitos saludables deben tomar dos o tres medicamentos. Si esta es la situación y se determina que la medicación es ineludible, no hay que “dar vueltas”. Si la persona no toma la medicación, la presión estará elevada constantemente e irá dañando su organismo. El problema se dará 10 ó 20 años después, cuando se vean las consecuencias; por eso la prevención tiene que empezar hoy.
@ La prevención es hoy
Entiendo que no hay una toma de conciencia llevada a la práctica. La mayoría de la gente sabe que el sobrepeso es malo, que comer mucha sal no es bueno, que fumar no es bueno; sin embargo, nos está faltando llevar ese conocimiento a la práctica.
La culpa de esto es compartida: de la sociedad, que no hace hincapié en estas cosas, sino que se enfoca en cuestiones más triviales, y de los médicos, que todavía no hemos podido ser efectivos en transmitir el mensaje de manera que la gente realmente se motive y cambie sus hábitos. También hay culpa por parte de los gobiernos, que deben ayudar a difundir el mensaje en forma masiva y generar medidas y programas por los cuales a la gente se le haga más fácil hacer estos cambios.
Si desde el gobierno, sea municipal, provincial o nacional, determinás que todos los enlatados no puedan tener más de determinado porcentaje de sal, eso ayudará. La idea de sacar los saleros de las mesas de los restaurantes fue muy cuestionada y de dudosa eficacia; sin embargo, fue la primera vez que se planteó algo de esa naturaleza y lo más importante fue que generó un debate social. Es lo que necesitamos, instalar estos temas en la población.
Dr. Marcelo Orias, jefe de Servicio de Nefrología del Sanatorio Allende, codirector del Laboratorio de Genética de Hipertensión Arterial del Instituto de Investigación MyM Ferreyra INIMEC-CONICET y disertante en las IV Jornadas de Cardiología