A pocas horas de que el municipio hiciera conocer la apertura de un registro para los adjudicatarios disconformes con las obras en el Plan Federal I "400 Viviendas", los frentistas manifestaron su total indignación al respecto.
Es que la medida, más que acercar a las partes, sólo logra distanciar aún más a los portadores de un legítimo reclamo con los que tendrían que realizar las gestiones para que el polémico programa habitacional se concrete.
Días atrás, nuestro matutino publicó acerca de la desazón existente entre el grupo de beneficiarios al conocer sobre la falta de infraestructura en el predio.
"Nosotros no hemos pedido más de lo que algunos nos prometieron", coincidieron en sostener los integrantes del grupo vecinal en la Redacción de EL DIARIO.
"Nos parece que el registro es una medida extorsiva y que tiende a dividir a un grupo que, desde hace tres años, simplemente reclama por lo que le corresponde", fustigaron los frentistas.
Recordemos que desde la comuna local indicaron que se "reintegrará" a los que renuncien, el doble del valor abonado por el terreno, es decir unos seis mil pesos.
"No podemos creer esta situación. Nosotros nos preguntamos de dónde van a sacar los fondos para pagar a los que renuncian. Y si existe ese dinero por qué no lo invierten en la obra, para solucionar el tema del pavimento y del cordón cuneta", siguieron diciendo.
"Nadie nos está regalando nada, cumplimos con los pagos y con todo lo exigido. No nos merecemos que nos traten con esta soberbia incomprensible. Las casas son nuestras y las queremos con todo lo que habíamos convenido", resaltaron los integrantes de la agrupación.
"Pedimos lo básico: un destacamento policial y un dispensario para sentirnos seguros y protegidos ¿eso está mal? ¿Es un delito? ¿No nos corresponde?", se preguntaron.
"Ahora resulta que por pedir lo nuestro la solución es renunciar. Me parece que es más fácil que se pongan a construir", fustigó otra de las voces.
"Nos quieren comprar el sueño de tener nuestra casa. Es lamentable y preocupante", reflexionó uno de los adjudicatarios.
"Para febrero queremos las casas sí o sí. Eso debe quedar bien claro", enfatizó otro.

Sin miedo

"Estamos convencidos de que este anuncio busca intimidar y generar miedo para que la gente deje de participar y reclamar", sintetizó una vecina.
"Como grupo, reafirmamos nuestro pedido a las autoridades e invitamos a todos los adjudicatarios a no abandonar la lucha, a sumarse sin temor. Estamos todos en la misma", sostuvieron.
En este sentido, cabe decir que el próximo domingo a partir de las 19, los vecinos se reunirán en el teatrino del subnivel para decidir las acciones a desarrollar en el curso de los próximos días.


Una carta, toda la indignación

A continuación reproducimos la misiva elaborada por la vecina Paola Arrieta (DNI 24919447) al respecto de la situación de las 400 Viviendas
Estoy muy indignada, no puede ser que los encargados de dar tranquilidad a los adjudicatarios nos digan "si no están conformes, renuncien".
Nosotros lo único que pedimos es que entreguen las viviendas como prometieron con toda la infraestructura que debe tener.
Es una vergüenza lo que hacen. Somos 400 familias burladas,engañadas. Les pregunto a ustedes los funcionarios a cargo ¿qué están queriendo inventar con esto de que si nos nos gustan las casas renunciemos?
Son ustedes quienes nos tienen que buscar soluciones. No echen a perder el sueño de la casa propia.
Lo que estamos pidiendo no es nada fuera de lugar. Si alguien cree que lo único que hacemos es molestar, están equivocados.
Pueden buscar en los archivos de EL DIARIO todo lo que se prometió sobre nuestras casas.
Por ejemplo cuando la señora ex intendenta de la ciudad Nora Bedano, comunicó: "Los adjudicatarios comenzarán a abonar el terreno ni bien se instale el obrador para que tengan la seguridad de que se van a levantar sus casitas en un plazo de 12 meses".
Sólo pido que algún funcionario nos traiga soluciones y no contestaciones del estilo "al que no le gusta..."
Con esa actitud desde el Gobierno sólo buscan ponernos más tristes de lo que estamos ya que nadie nos certifica que las viviendas y sus alrededores serán como lo prometieron.