Señor director:
Muchas cosas marchan mal (a mi humilde parecer) en esta sociedad en la que nos tocó vivir. Muchas de ellas, y aunque queramos, no tenemos ninguna posibilidad de cambiar, y hasta es casi seguro, que no sabríamos cómo cambiarlas.
Lo que sí podemos hacer, es alzar nuestra voz por si alguien quiere y puede oír. Lo que sí podemos hacer es expresar nuestra opinión con respeto, el mismo respeto que yo pido para mí.
Quiero expresar mi total desagrado con la calidad profesional de la mayoría de las personas que sábado a sábado concurren a dirigir los encuentros de fútbol de las divisiones inferiores de las distintas ligas, pero con mayor énfasis, la Liga Independiente de Fútbol (LIF), Liga de mi zona de residencia.
Quizás suene hasta ridículo el planteo que voy a hacer, pero se está tratando con niños; se está educando con el deporte, y aunque sea eso creo que tenemos que tratar de preservar.
Reconozco que es una de las profesiones más ingratas que existen, pero es lamentable la actuación de muchas de las personas designadas como árbitros.
No creo que sean mal enseñados en su preparación profesional, considero que son mal aprendidos.
Cuando, por ejemplo, a un señor árbitro se le va de las manos un encuentro de 7ma. División (con chicos de 8 a 10 años) no habla muy bien de su calidad profesional.
Coincidirán conmigo que la mala actuación arbitral influye en los ánimos de los propios niños jugadores, y más aún de los que estamos afuera.
Quizás la gota que colmo el vaso haya sido este último sábado, donde la terna arbitral designada para dirigir, con una ineptitud total, haya tenido una actuación tan deplorable.
Al grupo de padres en este caso le tocó viajar 200 kilómetros para llevar a que las divisiones inferiores pudieran jugar. Este sábado me toco a mí viajar, como en otros sábados viajan los otros. Semejante esfuerzo y gasto para que un señor venga y con una impericia e impunidad total arruine el esfuerzo y trabajo de todos.
Habrán notado que en ningún momento se ha hecho mención ni alusión a los resultados, eso es anecdótico.
Sinceramente creo que esas personas el sábado último me faltaron el respeto, y no puedo hacer otra cosa más que escribir unas líneas para que alguien las lea.
Es muy fácil comprobar o corroborar mis dichos. Si SADRA designa a alguna persona en calidad de veedores (por ejemplo), tendrá la oportunidad de verificar mis dichos.
Estoy convencido de que la calidad profesional es regular, o al menos, son regulares profesionalmente los designados para arbitrar las ligas del interior.
Creo que SADRA debería tomar cartas en el asunto, porque es al árbitro a quien se insulta, pero es SADRA quien lo formó.
Un padre
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