En un pasaje de su disertación, la fiscal Marcela Martínez dijo que “en comisarías del interior veo que se busca a personas desaparecidas con fotos, y eso no basta, es poco”. Por eso, EL DIARIO les preguntó a los expositores (ella y Senestrari) si tenían algo para sugerir para la causa en la que se investiga la ausencia de Mariela Bessonart, la mujer desaparecida en Villa María desde el 28 de setiembre de 2005. “Es un caso que ningún fiscal quiere tener”, opinó el funcionario al advertir la ausencia de avances en la investigación y prefirió no opinar “porque no conozco las medidas que se tomaron”.
Por otro lado, Marcela Martínez dijo que si bien hay chicas que desaparecen y luego se conoce que lo hicieron por su voluntad y decisión, siempre hay que seguir la hipótesis más grave, que es la de que se las secuestró para ser víctimas de trata. Y tomar medidas en ese sentido, sea cerrar fronteras o espacios, “porque las primeras horas son cruciales”.
En otro orden, discreparon con las declaraciones a este matutino del fiscal Federal Facundo Trotta, quien evaluó que con los prostíbulos cerrados hay mayores dificultades para investigar posibles casos de trata. En este sentido, Senestrari dijo que la flamante ley provincial que cerró los lupanares “hace menos visible una de las actividades que hace a la trata pero hay otras”, e instó “a ser creativos, proactivos e investigar”. “Los policías locales saben quiénes están detrás” de este delito, añadió, y reveló que “se observa que han mutado de prostíbulos a casas de alquiler en donde se ofrece prostitución”.
“La trata justifica un modo de investigación más profundo”, destacó.